investigación >

La ULL une jatrofa y plátano como biocombustibles

Jatrofa ULL Andrea Brito y su equipo
Andrea Brito, con varias investigadoras de su equipo. / DA

DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

La búsqueda de nuevos combustibles no contaminantes que, además, permitan la reutilización de materiales ahora en desecho es una de las principales líneas de investigación del Departamento de Ingeniería Química e Ingeniería Farmacéutica de la Universidad de La Laguna.

En estos momentos, las 15 personas que forman parte de este grupo de investigación ha llegado a varias conclusiones y ha abierto varias líneas nuevas que, en un futuro, podrían ser una solución a la industria del combustible.

Andrea Brito dirige este grupo bajo el nombre de Catálisis Heterogénea y explica que el origen de este equipo científico es el trabajo con catalizadores para cualquier proceso químico. En este caso, buscan la solución a un problema que la industria productora de biocombustibles no ha logrado resolver que es la posibilidad de mantener la producción activa en continuo y en frío. 

“Esto es esencial para la economía de escala, para que esta producción resulte rentable y aún no se ha logrado una solución idónea”, explica la profesora. Este equipo lleva años trabajando en posibles catalizadores (que ayude a que el aceite proveniente de cualquier elemento reaccione al alcohol y se convierta en combustible) como es la pumita, la piedra típica de la construcción en el sur de Tenerife que ha dado “muy buenos resultados y es posible que en unos dos años se pueda llevar al mercado algún producto relacionado con estas investigaciones”.

Además de esta línea, una parte de su equipo trabaja en la utilización de cultivos energéticos como la jatrofa o las bioalgas, aunque estas últimas están menos avanzadas debido a que la tecnología en esta área aún no está muy desarrollada. A estos dos elementos se añaden otros como el tártago o ricino y los residuos procedentes de aceite de fritura, de los rolos de plataneras y los plátanos de desecho, “algo muy interesante pues así se resolverían dos problemas: la obtención de combustible y la eliminación de un residuo contaminante”, aporta Andrea Brito.

Estos investigadores también buscan la optimización de los cultivos analizando el riego, el suelo e, incluso, el origen de la semilla, que se ha demostrado que es lo más importante en todo el proceso. Todo ello para obtener la mayor cantidad de biocombustible y de mejor calidad. 

“En el caso de la jatrofa, el proceso está bastante avanzado aunque hay que mejorar las condiciones óptimas de su cultivo y además que se trate de un bio-combustible estable que se pueda almacenar sin que se eche a perder”, remarca Andrea Brito. 

Los residuos de plátano y de rolo de platanera unidos al fruto de la jatrofa es la propuesta que hace este equipo de investigación para obtener un mejor biocombustible. “Estamos ensayando el porcentaje de mezcla para dar el mayor rendimiento y volumen para generar varios productos como biopropano, biodimetileter (algo así como una bio gasolina) y biogas. En este sentido, el equipo de Química trabaja en colaboración con la empresa DISA, el equipo de la catedrática de Edafología y exrectora de la ULL, Marisa Tejedor y el Departamento de Economía de las Instituciones, Estadísticas Económicas y Econometría, dirigido por José Luis Rivero Ceballos, de esta misma universidad. Con Cepsa también hay un acuerdo para financiar una tesis doctoral sobre este asunto aunque con la base de aceites procedentes de frituras.

El hecho es que a nadie tiene indiferente la búsqueda de nuevos combustibles menos agresivos con el medio ambiente y que resuelvan problemas de residuos. Una tecnología en la que la ULL trabaja para dar soluciones a la industria.