EUGENIO PAIZ | Santa Cruz de La Palma

Una mezcla de preocupación e indignación prima entre los vecinos de La Incubadora y Mirca, que llevan esperando años por sus nuevas casas y que a partir del viernes, tras un acto oficial al que acudirán autoridades locales, insulares y regionales, podrán ocupar los pisos del nuevo y moderno edificio de la calle Galguén.

Algunos de los vecinos explicaban ayer desesperados que no podrán hacer frente al pago de las rentas establecidas según los baremos aplicados por el consistorio. Se quejan de que pagarán más dinero en concepto de comunidad, que familias que no están en situación de pobreza y que viven en edificios de la calle Real y El Puente, cuyo pago es trimestral.

El concejal de Urbanismo y de Asuntos Sociales, Juan José Cabrera reconocía ayer que “entre estas familias hay todo tipo de situaciones y los que lo necesiten tendrán acceso a las ayudas del Ayuntamiento”. Los vecinos no sienten verguenza al asegurar que “somos gente pobre, y lo que vamos a pagar es lo mismo que pagan familias que viven en edificios de la Calle Real”. El también teniente alcalde, que ayer asistió a la petición de información de varios de estos vecinos reconocía que “cuando hablamos de subir los alquileres sabíamos que se produciría cierto rechazo” pero reconoce que “la situación sería replanteable si se estuviera iniciando el expediente, pero no ahora, cuando se ha culminado”.

LÍNEAS GENERALES

Estima que “ha habido falta de información pero en líneas generales no ha habido problemas” y subraya que “si se han sobredimensionado los alquileres o hay errores, se corregirán”. Algunas de estas familias adeudan alquileres de las antiguas viviendas. “Ya se les ha comunicado que tienen que ponerse al corriente para acceder a los nuevos contratos”.