ÓSCAR HERRERA | Santa Cruz de Tenerife

José María Salmerón lleva desde hace casi un mes al frente del banquillo del Fuenlabrada, tras la espantada de Cosmin Contra al fútbol rumano. Salmerón fue jugador del Real Madrid Castilla, CD Tenerife y Levante UD entre mediados de los años 80 y finales de los años 90. Era uno de los jugadores más prometedores del filial del Real Madrid, donde ocupaba la posición de mediapunta, pero una grave lesión frustró la trayectoria de uno de los canteranos madridistas llamados a triunfar en el Bernabéu.

Al Tenerife llegó en la temporada 89-90, coincidiendo con la primera etapa en Primera, de la mano de Santiago Llorente y con Vicente Miera como entrenador. Estuvo tres temporadas en la Isla, y su participación fue escasa, ya que llegó solo a jugar 17 partidos antes de su retirada al término de la campaña 91-92.

Ahora entrena a los madrileños, y desde su llegada cosecha tres empates consecutivos en el equipo fuenlabradeño. Salmerón señaló ayer a la emisora Teide Radio-Onda Cero que desde su llegada al club, “el equipo está trabajando bien, con una implicación muy grande y estamos esforzándonos para hacer cada día mejor equipo, más sólido, y pensando que ahora mismo, aunque tenemos un puesto de privilegio en la clasificación, nuestro objetivo es mantener la categoría”, declaró el técnico madrileño. El Fuenlabrada, como el Avilés, demuestra lo bien que lo están haciendo conjuntos recién ascendidos a Segunda B.

“Es una categoría muy igualada y vemos que del décimo clasificado al tercero hay muy pocos puntos; los partidos se decantan por pequeños detalles y situaciones, por lo que debemos tener los pies en el suelo”, detalló Salmerón.

El rival de los blanquiazules lleva muchos empates en la liga. “Son cinco seguidos, más otros dos anteriores, son siete igualadas, aunque los tres últimos hemos estado más bien para ganarlos que para empatar, por eso confiamos en conseguir la victoria ante el Tenerife”, concluyó.