G. R. D. G. | Santa Cruz de Tenerife
En el barrio de La Montaña, que pertenece al municipio norteño de Los Realejos, en cuyo ayuntamiento gobierna el PP gracias a una mayorÃa absoluta (con Manuel DomÃnguez como alcalde, que es además presidente insular de esta misma fuerza polÃtica en Tenerife), saben demasiado bien qué significa tener la mierda al lado de casa, y hasta cadáveres de animales que nadie retira de la vÃa pública y que mucho hieden.
Este dantesco paisaje, que podÃa parecer que solo era patrimonio de zonas o paÃses muy atrasados, es visible (o al menos asà lo era el mismo dÃa de Reyes, el domingo pasado) en una de las áreas residenciales del barrio de La Montaña, donde cualquier paseante se puede encontrar con gatos muertos junto a una acera que se utiliza como vÃa de acceso para residentes y visitantes o bien con un solar privado anexo a las viviendas sociales que se ha convertido en un auténtico vertedero descontrolado.
Y todo esto, para más inri y para vergüenza de los vecinos, en el mismo espacio en que juegan los niños, habitan las personas y acuden ciudadanos en busca de atención médica. Y es que, por si fuera poco, los animales muertos se hallan a escasos metros de un consultorio público de salud, del Gobierno de Canarias, al que, casi con total seguridad, llega el apestoso olor que desprenden los cadáveres en descomposición de los citados animales.
Este, por desgracia, es el panorama que se puede fotografiar y por lo tanto ver en la zona conocida como La Montaña, en una manzana de viviendas sociales. Lo peor de todo es que tanta basura, tanto animal muerto y tanto riesgo para la salud pública, además de incendio, conviven con la numerosa gente que habita varios bloques de viviendas sociales, y que, por lo que parece hasta hoy, ni ayuntamiento ni empresa encargada de la recogida de residuos (hay varios contenedores en el lugar) se han dado por enterados. En el mismo dÃa de Reyes, cualquiera que se diera un paseo por ese barrio en la zona cercana al consultorio de salud hubiera pensado que aquello no era Los Realejos, Tenerife, Canarias, España y Europa, sino otro lugar propio del más hondo subdesarrollo.
[apunte]Culpa compartida
Lo inexplicable de la suciedad que habita en una parte del barrio de La Montaña es que ni vecinos ni el gestor de los residuos urbanos del pueblo ni los propios servicios del Ayuntamiento de Los Realejos ya hayan tomado cartas en el asunto para convertir de una vez, lo antes que se pueda y por los riesgos que la situación actual entraña para la salud, ese espacio insalubre en un lugar decente y propio de una zona en la que reside gente civilizada con el mÃnimo de decoro. El animal muerto, un gato, se puede hasta pisar, si hay un descuido, y la mierda que está al lado de las viviendas sociales se respira. ¿Qué pasa que no hay soluciones urgentes?[/apunte]
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