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Bregadores por un día

Reportaje fotográfico de Moises Pérez


MARTÍN-TRAVIESO – LUIS DE LA CRUZ | Valle de Guerra

Poco o nada tienen en común el fútbol y la lucha canaria, no obstante Marcos Ledesma, su hermano Eusebio, Chechu Flores y Javi Moyano han logrado encontrar en estos dos deportes tan distintos un vínculo que traspasa el césped del terreno de juego y la arena del terrero. Los cuatro son deportistas de élite y amigos, por eso DIARIO DE AVISOS los une en la casa del Club de Lucha Rosario Estación de Servio El Mirador. Allí, en el terrero Chaval I de Valle de Guerra, los dos profesionales del CD Tenerife se convirtieron en bregadores por un día y recibieron los consejos y las enseñanzas de dos de los mejores luchadores del momento en Canarias.

Ambos son unos verdaderos apasionados de nuestro deporte más tradicional. “La primera vez que me hablaron de la lucha canaria pensé que era un deporte de contacto, pero es todo lo contrario. Es un deporte muy noble y muy deportivo”, explica el interior diestro blanquiazul, quien maneja términos puramente luchísticos con soltura: “Veo bastantes videos por internet y ya conozco a los puntales importantes de cada equipo. Es un deporte que me encanta y no para de sorprenderme”, asegura.

Aunque menos metido en la materia, pero igual de apasionado, Moyano relata las sensaciones que tuvo la primera vez que acudió a una luchada. “Podemos ser muy ignorantes. Yo imaginaba otro tipo de lucha y es como cuando tu madre te dice que pruebes una comida y te niegas, pero cuando la pruebas te gusta y te arrepientes de no haberle hecho caso a tu madre. La primera vez que lo vi me gustó y además me han ayudado a entenderla. Todo lo que tiene es muy positivo y muy noble. Parece simple a primera vista, pero luego aprecias la cantidad de recursos que hay para derribar al oponente”, señala el lateral, que desvela incluso una amenaza que ha recibido por parte de Puntal A del Rosario. “Marcos nos ha amenazado. Si ascendemos nos ha dicho que tiene que ir dentro de la guagua, de lo contrario, no sale”, afirma el zaguero, que de buena gana y con buen humos reconoce que “le haremos hueco”.

A los dos la lucha les ha servido como una potentísima herramienta de adaptación. Con Marcos, Eusebio y mucha más gente relacionada con la lucha, tanto Chechu como Javier han conocido infinidad de pequeños rincones de nuestra Isla. “Tener afinidad con gente de la Isla que practica deportes diferentes ayuda muchísimo a la integración. La gente de aquí lo que hace es enseñarte los rincones de la Isla que al igual no podríamos conocer en otros casos. Cuando estás a 3.000 kilómetros de casa, eso se aprecia mucho”, relata el atacante blanquiazul, que no esconde que se ha dedicado a pregonar las virtudes de la lucha allí por donde ha ido: “A mi familia también le he explicado en lo que consiste y también les gusta. Roberto [el segundo entrenador blanquiazul] me ha ido enseñando y ahora disfruto”, concluye.

En el otro lado está Marcos Ledesma, fiel aficionado al CD Tenerife que no se pierde un partido en el Heliodoro de los pupilos de Cervera. Sin embargo, no siempre ha sido así. “Hubo una época en la que no iba mucho al estadio, hace tres o cuatro años, pero Roberto Perera, que es el segundo entrenador, hizo que me volviera a involucrar”, cuenta el bregador vallero, que no esconde que “nunca perdí el sentimiento, pero se me fue agotando la ilusión. Este año el proyecto es ilusionante, aunque estemos en Segunda División B. Van en primera posición y con eso la gente disfruta”, añade. “Además”, cuenta a continuación, “tengo un vínculo de amistad con varios jugadores, por lo que disfruto más”.

Y como buen birria, Marcos se transforma en el Heliodoro. “Me enfado mucho en el estadio y les regaño, más cuando hay un partido que se escapa poco a poco como sucedió el domingo contra el Marino. Menos mal que al final logramos los tres puntos. Por suerte el Tenerife tiene jugadores involucrados y puedo dar fe de ello”, dice el experimentado jefe de filas del Rosario.

Gracias a Marcos Ledesma y a su hermano, la lucha y Tenerife ha dejado de ser desconocidos para los dos blanquiazules.

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Moyano: “Eusebio es un auténtico diamante en bruto”

A sus 15 años, Eusebio Ledesma lo tiene todo para convertirse en el futuro en uno de los grandes puntales de todos los tiempos.

Javi Moyano, el lateral derecho del conjunto blanquiazul, tiene muy claro una cosa: “Es un auténtico diamante en bruto. Eusebio es el típico chico que llega el primer equipo con ilusión y unas características inmejorables. Está en la familia adecuada. Su hermano y su padre, que son sus referentes, irán puliendo ese diamante en bruto que es. Es impresionante ver las ganas que tiene y la capacidad que tiene para tirar a luchadores mucho mayores que él. Es un niño compitiendo en un deporte de hombres”, dice.

Por su parte, Chechu Flores, el interior diestro del CD Tenerife, sabe de lucha y conoce muy bien al joven bregador vallero y apunta que “en estos casos debe seguir trabajando con la humildad que lo viene haciendo y cuidarse para prevenir lesiones. Es impresionante verlo, e incluso cuando le salen las cosas mal como ocurrió en La Victoria se sabe sobreponer. Es un espectáculo y es muy valioso para su equipo”.

En la tertulia distendidaque mantuvimos en la grada del Chaval I con los cuatro deportistas, el baluarte del Consumo, habla del representativo de la siguiente manera: “No vivo tanto los partidos del Tete como mi hermano, pero confío que con jugadores como Chechu o Moyano; este año se podrá conseguir el objetivo”.

“Este deporte nos engancha”

Tanto Flores como Moyano, coinciden en una cosa: “Cuando acudes la primera vez a un terrero y la luchada es buena, llegas a la conclusión de que este deporte nos engancha”. El centrocampista blanquiazul apunta que “Roberto Perera, el segundo entrenador del Tenerife, nos presentó a Marcos Ledesma y a Raúl González, puntal C del Rápido de Ravelo. A partir de ahí hemos fraguado una bonita amistad, tanto con ellos dos como con su familia. Nos han brindado la oportunidad de conocer muchos rincones de la Isla, inimaginables para nosotros y lugares sencillos donde se come muy bien, donde también hemos conocido a gente increíble de esta tierra”.

Moyano, con la simpatía que le caracteriza, apunta que “en las primeras luchadas me impresionó mucho la nobleza de este deporte y la amistad que reina entre todos ellos”. Moyano y Chechu son una pequeña muestra de los jugadores del equipo blanquiazul que demuestran mucho interés por nuestras tradiciones. Sin ir más lejos, el pasado domingo en el terrero de La Victoria, donde el equipo vallero dio un golpe de efecto a la liga, al ganar por 7-12, estaban además de ellos dos Guillem Martín, Sergio Rodríguez y David Medina.

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