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Ciudadanos jediondos – Por Agustín M. González

Unos 22,7 millones de euros cuesta cada año al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife el servicio de limpieza pública y recogida de basuras. Es una de las partidas más elevadas del presupuesto municipal. Pero aún así, diversos estudios e informes a nivel nacional mantienen a la capital tinerfeña entre las ciudades más sucias de España. Todo un deshonor, y más grave todavía en el caso de una isla turística como la nuestra. El alcalde Bermúdez se ha tomado a pecho este asunto y ha puesto en marcha un plan integral de limpieza que incorpora, por primera vez en mucho tiempo, una campaña de concienciación ciudadana. Y ahí está la clave de este asunto. Porque de nada sirve que el Ayuntamiento destine mucho dinero a la limpieza pública si los ciudadanos y las empresas locales no colaboran. La ciudad es la casa de todos y entre todos tenemos que cuidarla. Además, siempre será más fácil y más barato no ensuciar que tener que limpiar.

El día a día nos demuestra que en Santa Cruz, y en la Isla en general, falta conciencia cívica, falta sensibilidad respecto a la limpieza y a la buena imagen públicas. Demasiada gente, por ejemplo, no respeta los horarios de sacar las basuras a las calles. Demasiada gente no deposita las bolsas dentro de los contenedores o cumple la recogida selectiva. Demasiada gente no limpia la porquería de sus mascotas cuando las sacan a pasear por el parque. Demasiadas pintadas y grafitis afean muros, casas, monumentos, mobiliario y calles de nuestros pueblos y ciudades. Y no digamos las colillas de cigarros, que lo invaden todo. En resumidas cuentas, que si no hay mayor concienciación e implicación de todos los ciudadanos, el dinero que invierten nuestros ayuntamientos a limpieza será como tirarlo directamente a la basura, nunca mejor dicho. Y no estamos para esos lujos en estos tiempos que corren. Además, hablamos del dinero de todos. Me parece bien, por tanto, que el alcalde de Santa Cruz se plantee endurecer las multas de la ordenanza municipal de limpieza, y que hasta se incluyan servicios a la comunidad para los infractores. Hace falta mano dura y medidas ejemplarizantes. Porque la conclusión es que, si Santa Cruz está entre las ciudades más sucias de España, será en buena parte porque sus ciudadanos son de los más jediondos del país.