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Condenan a la Sanidad andaluza a pagar 103.000 euros por muerte de una mujer que tomaba un anticoagulante

EFE | Sevilla

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha sido condenado por la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) a pagar 103.390 euros a los hijos de una mujer fallecida por una negligencia médica, al no haber tenido en cuenta que tomaba un medicamento anticoagulante.

La Sala ha estimado el recurso de apelación interpuesto por la asociación El Defensor del Paciente en cuanto a la inexistencia de una prescripción de los hechos, ya que en una anterior sentencia se indicaba que había pasado más de un año desde la muerte hasta la reclamación de la familia.

La paciente ingresó el 9 de septiembre de 1996 en el servicio de urgencias del Hospital Civil de Málaga tras ser atropellada por un vehículo con un cuadro de contusiones y dolor, y recibió como diagnóstico de alta «contusiones y erosiones», sin que se le practicaran otras pruebas complementarias, según ha informado la asociación en un comunicado.

Horas después de abandonar el hospital, la mujer, de 67 años y en tratamiento con el medicamento anticoagulante Sintrom, volvió a ingresar en el Hospital Civil con un cuadro de estupor y coma, y fue remitida en estado crítico al Hospital regional Carlos Haya de Málaga.

En este centro hospitalario se le practicaron otras pruebas y se observó un importante hematoma retroperitoneal tras haberse producido una hemorragia intraabdominal, pero la mujer falleció ese mismo día.

En la sentencia se argumenta que si el médico que atendió a la paciente inicialmente conocía que tomaba Sintrom -aparece en una nota manuscrita- el tratamiento «debió ser distinto», o bien debió preguntar acerca del consumo de determinados fármacos, como los anticoagulantes sanguíneos, o bien no leyó en el documento que tomaba la sustancia.

En este sentido, El Defensor del Paciente precisa que si como alegaba el SAS la anotación de que tomaba Sintrom fue realizada por el médico con posterioridad a la asistencia médica, incurre igualmente en error médico al no haberle preguntado a la paciente por sus antecedentes.

Por tanto, «no se controló debidamente la coagulación, que derivó en hemorragia y fallecimiento», sostiene.