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Crecen los partos prematuros en España sin que se conozcan las causas

EFE | Barcelona

Cada año nacen en el mundo 15 millones de bebés prematuros, un 15% del total de los nacimientos, de los que 30.000 lo hacen en España (uno de cada 13), unas cifras que crecen cada año sin que los neonatólogos sepan explicar a ciencia cierta sus causas.

Estas son algunas de los datos que se han facilitado hoy en las jornadas «Extremely Preterm Babies, Improving Perinatal Care» que hoy han comenzado en el museo CosmoCaixa de Barcelona con la participación de una veintena de los neonatólogos, obstetras y especialistas más prestigiosos del mundo.

Según los especialistas, la tasa de partos prematuros está «aumentando significativamente en los países desarrollados» sin que se conozcan las causas.

Los participantes en las jornadas, organizadas por Biocat, la Obra Social de La Caixa y el Hospital Sant Joan de Déu, han alertado de que los bebés nacidos de forma prematura extrema, por debajo de las 28 semanas, son especialmente frágiles y tienen un alto índice de mortalidad.

En este sentido, el 75% de los niños hospitalizados que mueren actualmente son bebés prematuros.

Según los organizadores, uno de los objetivos de las jornadas es abordar de forma multidisciplinar las diferentes especialidades biomédicas para aportar nuevos conocimientos que expliquen el origen de los partos prematuros, que en Cataluña se producen en 7,3 de cada 100 nacimientos, y el por qué de su aumento.

Aunque no existen registros sobre las causas de los partos prematuros espontáneos, la comunidad científica apunta como posibles razones las técnicas de reproducción asistida, los partos múltiples, el estrés laboral, los problemas de salud maternales y el retraso de la edad de la maternidad.

Los expertos de las jornadas, entre los que figuran el italiano Gian Carlo di Renzo, de la Universidad de Perugia, y el japonés Naoto Takahashi, del Hospital de Tokio, ha explicado que los bebés prematuros nacen con una inmadurez en sus órganos y sistemas que los hace más vulnerables a las enfermedades y más sensibles a los agentes externos.

Así, estos bebés presentan un riesgo más elevado de sufrir enfermedades respiratorios crónicas, hemorragias intracraneales, retinopatías o sépsias neonatales, entre otras afecciones.

Una de las ponencias presentadas en las jornadas destaca que mientras que en España y en la mayoría de países desarrollados los bebés de 22 semanas mueren, en Japón casi la mitad sobreviven.