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El FMI enfría el tono de la recuperación mundial en 2013 por el riesgo de estancamiento de la eurozona

EUROPA PRESS | Washington

La economía global experimentará este año un crecimiento mayor del registrado en 2013, aunque esta recuperación será «más gradual» de lo previsto anteriormente por la demora de la zona euro en salir de la recesión y los riesgos de una excesiva consolidación fiscal en EEUU, según refleja la actualización del informe ‘Perspectivas económicas mundiales’ elaborado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En concreto, la institución internacional estima que la economía mundial registró una expansión del 3,2% en 2012, mientras que espera que acelere su crecimiento en 2013 al 3,5% y al 4,1% en 2014, en ambos casos una décima menos de lo previsto en su informe de perspectivas del pasado mes de octubre.

Estas proyecciones menos halagüeñas por parte del FMI se concentran principalmente en las economías avanzadas, que crecerán un 1,4% este año y un 2,2% el próximo, dos y una décima por debajo de las anteriores previsiones, tras expandirse un 1,3% en 2012.

A este respecto, el informe señala que la mayoría de las economías avanzadas se enfrentan al desafío de la necesidad de una consolidación fiscal firme y sostenida, así como al de la reforma del sector financiero.

En el caso de las economías emergentes, el PIB agregado crecerá un 5,5% en 2013, una décima menos de lo previsto anteriormente, y un 5,9% en 2014, en línea con lo estimado previamente, tras crecer un 5,1% en 2012.

«Se proyecta que el crecimiento mundial aumentará en 2013 al preverse que se disiparán los factores que están detrás de la débil actividad económica», señalan los autores del documento, que, sin embargo, advierten de que «las previsiones apuntan a que esta mejora será más

gradual que lo proyectado en octubre», a pesar de que las medidas adoptadas han reducido los graves riesgos de crisis en la zona del euro y en Estados Unidos.

De hecho, el informe de la institución dirigida por Christine Lagarde advierte de que, a pesar de que las condiciones financieras mundiales siguieron mejorando en el cuarto trimestre de 2012, diversos indicadores de producción industrial y comercio exterior «hacen pensar que el crecimiento mundial no continuó».


LA EUROZONA ENTRAÑA UN FUERTE RIESGO

En este sentido, los expertos del FMI expresan su particular preocupación respecto a la situación de la zona euro, que «sigue entrañando un fuerte riesgo a la baja para las perspectivas mundiales» como consecuencia del creciente riesgo de un «estancamiento prolongado» en toda la región si no se mantiene el ímpetu de las reformas.

De este modo, el FMI vaticina que la eurozona seguirá en recesión en 2013, con una contracción del PIB del 0,2%, frente a la anterior expectativa de crecimiento del 0,2%, después de contraerse un 0,4% en 2012, mientras que para 2014 augura un repunte de la economía del 1%, una décima menos de lo esperado anteriormente.

Entre los países del bloque del euro, la institución internacional pronostica que Alemania crecerá un 0,6% este año y un 1,4% en 2014, mientras Francia lo hará un 0,3% y un 0,9%, respectivamente, e Italia sufrirá una contracción del 1% en 2013, tras retroceder un 2,1% en 2012, y se expandirá un 0,5% en 2014.

«Los esfuerzos de ajuste en los países de la periferia deben ser sostenidos y contar con el respaldo de los países del núcleo, entre otras formas utilizando plenamente los cortafuegos europeos aprovechando la flexibilidad que ofrece el Pacto Fiscal y tomando otras medidas encaminadas a lograr una unión bancaria plena y una mayor integración fiscal», señala el FMI.

EEUU DEBE EVITAR UN AJUSTE EXCESIVO

Respecto a las expectativas para EEUU, el FMI prevé que la economía estadounidense crezca este año un 2%, una décima menos de lo estimado anteriormente, y un 3% en 2014, una décima más de lo previsto en octubre, después de atribuir a la primera economía mundial un crecimiento del 2,3% en 2012.

En este sentido, la institución internacional considera prioritario «evitar una consolidación fiscal excesiva a corto plazo», y recomienda elevar sin demora el tope de la deuda, así como acordar un plan creíble de consolidación fiscal a mediano plazo, que se centre en la reforma de las prestaciones y el sistema tributario.