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Un incendio forestal quema cinco hectáreas de pinar en Garafía

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La intervención de medios aéreos fue decisiva para el control del incendio en Briestas. | MIGUEL CALERO (EFE)

EUGENIA PAIZ | GARAFÍA

El incendio que se declaró ayer sobre las 9.30 horas en un punto localizado a medio kilómetro de la carretera general de Garafía, en La Palma, dentro del escarpado barranco de Briestas, logró ser controlado solo cinco horas más tarde gracias a la rápida intervención de medios aéreos. Las llamas afectaron a unas cinco hectáreas de pinar en un avance de las llamas por sus laderas, lo que permitió a las brigadas de intervención por tierra acercarse con seguridad al foco del incendio y acotar las llamas.

Desde ayer mismo la Guardia Civil inició las pesquisas necesarias y el trabajo de campo previsto para estos casos con el fin de tratar de determinar las causas de un incendio insólito, no sólo porque se ha producido en plena estación invernal, sino por las suaves temperaturas de la zona y la humedad del terreno como resultado de las precipitaciones que se han venido registrando, periódicamente, en las últimas semanas. Si bien inicialmente fuentes del Ayuntamiento de Garafía especularon con una posible quema de rastrojos, horas más tarde pedían la máxima cautela a la hora de confirmarlo.

El propio alcalde Garafía, Yeray Rodríguez, reconoció que “los técnicos no descartan ninguna hipótesis hasta no llegar hasta el mismo punto donde se originó el incendio, pero inicialmente no hablan de una quema de rastrojos hasta no tener más datos”. Detalló que “se trata de una zona de monte muy transitada, muy próxima a varios senderos y a medio kilómetro de la carretera general de Garafía que lleva hasta el Roque de Los Muchachos”.

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Helicóptero del Gobierno de Canarias trabajando en Briestas. | MIGUEL CALERO (EFE)

Más allá de lo que dé de sí la investigación abierta por el Servicio de Protección de la Naturaleza, lo cierto es que el control del incendio, en el que participaron agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil, además de cuatro retenes de Medio Ambiente y bomberos voluntarios del parque de La Laguna, desplazados desde Los Llanos de Aridane, pudo llevarse a cabo en un tiempo récord gracias a la rápida intervención de los medios aéreos, lo que se consideró imprescindible para evitar males mayores por la complicada orografía del terreno.

El primer helicóptero que tomó parte en el control del incendio fue el que tiene base en el aeropuerto palmero y que se vio reforzado apenas una hora más tarde con la intervención de un segundo helicóptero del Gobierno canario con base en El Hierro, que poco tiempo más tarde fue sustituido por un aparato de similares características que partió desde Los Rodeos.