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Internamente – Por Arun Chulani

Qué bonito el cuento que comienza con un chico egoísta convertido en monstruo por no ser amable. Y una bella Bella que queda atrapada en su castillo; lo que hace el amor a su padre… Y el chico, que es Bestia, que tiene corazón bajo tanto pelo.

Y qué bonito el cuento que termina con un hechizo que se rompe cuando surge el amor entre ellos. Y vivieron felices y comieron perdices. Y, y…

Y qué vil mentira. Historias de ficción aparte, la sociedad en la que hoy estamos viviendo no nos muestra eso. Aquí, quien mejor cuerpo, cara más bonita y dura luce, tiene las de ganar. Que la inteligencia se ve infravalorada con la supremacía de dos bien puestas. Lo peor es que no solo ocurre en un ámbito concreto: también se ha extendido, a modo de epidemia, por el día a día de las personas, fijándose más en lo que es un exterior, lo material, antes que en lo que realmente importa: lo interno, lo emocional. Y se extiende como la peste, vamos…

No voy a negar lo innegable: la imagen vende. Más en estos tiempos. De hecho, sea impuesto por la sociedad o por uno mismo, no son pocos los que tienen como propósito de nuevo año mejorar su imagen. No digo que sea malo: ¡claro que no! Pero hay algo más. Tras el pelo, tras la piel; tras la carcasa en sí. Intocable, invisible. Como el aroma de un perfume. Ahí lo tienes. Sí, justo ahí. Tu interior.

Cuasiperfección en el molde, se ha de mirar y buscar también un mejor interior. Y es que no todo el mundo que destaca por fuera lo hace también por dentro. Mucho diamante no lleva implícito mucho brillo. Unos bonitos ojos no son el epicentro de una mirada preciosa. Dos bien puestas no traen explícitamente consigo un corazón que no les cabe en el pecho. En este mundo materialista se ha de buscar un equilibrio a modo de yin y de yang. La cuestión: ¿cómo? No es algo imposible. Mira dentro de ti…

Bueno… Con el poco capital que uno puede tener en tiempos de crisis, lo que faltaría sería crear un centro en el que, aparte de moldear el físico, se trabajase también lo emocional. Exterior e interior de la mano. Bueno, entonces creamos un castillo como el de Bestia, que seguro que todo es mágico también. Deja ver cuánto tengo en la cartera…

@arunchulani