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el almendrero de nicolás>

Pudriciones РPor Paco D̩niz

   

Yo quería verla pudriéndose en la cárcel, pero ahora tendrá que pudrirse en el infierno, aunque eso no garantiza nada, porque ya lo descubrió el nuevo papa en una ardua investigación científica: que el infierno no existía. La podrida monja que secuestró niños para venderlos en una trama que, como todas las que capitanea la iglesia, será prontamente ocultada, dicen que se murió y ya está enterrada. Y lo dicen fuentes del convento donde tramaba sus delitos. No es por nada, pero alguien debería pedir la exhumación del cadáver para verificar que es cierto, porque con la iglesia no puede uno fiarse de nada. Igual está en Brasil la muy monja, siempre se dijo que allí es más fácil secuestrar chiquillos. Pero hay más pudrición en los noticiarios de hoy, no sólo es lo de Bárcenas, es todo, también lo de Mulas. No hay manera de ver tranquilamente el parte, termina uno indignado hablando solo y clamando al cielo ¡venganza, venganza! como el estribillo de aquella canción de La Polla Records. Claro, teniendo en cuenta que ya nadie cree que exista la democracia y en vistas de que el Estado sólo protege a delincuentes, sólo nos queda la venganza. Una mujer va a la cárcel por robar 200 ebros de comida, mientras que urdangarines, bárcenas, monarcas, olartes, gonzáles y zerolos nos marean con un sinfín de maniobras (recursos) para no pisar el talego. Además, en los noticiarios de hoy oímos que El País, en su campaña contra el socialismo venezolano, aceptó una imagen manipulada de Chávez teniendo que retirar de los kioscos su periódico, también se quejan los franceses de cómo resolvió Argelia el asunto de los extranjeros secuestrados, fue algo bruto. Por lo visto, bombardear a los tuaregs y a todo lo que se mueva en el desierto con el viejo truco del integrismo islámico no es brutal. Finos y decentes que son los franceses. En fin, que he elegido un mal día para felicitar a todos los catalanes por su declaración soberanista y para pedirles a todos los tertulieros y columnistas que nos aburren desautorizando a los catalanes en su firme determinación, que se aflojen un punto y que dejen que la gente que no cobra por hablar y escribir, decida su futuro (autodeterminación).