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El Rey celebra en privado su 75 cumpleaños, y listo para presidir la Pascua Militar

EFE | Madrid

El Rey celebra en privado su 75 cumpleaños, preparado para reanudar el domingo su actividad pública en el Palacio Real con motivo de la Pascua Militar, donde estará acompañado por la Reina y los Príncipes de Asturias, y no convocará ninguna conmemoración oficial de este aniversario, en línea con los criterios de austeridad que aconseja la coyuntura económica.

La supresión de la revista a la tropa en la Plaza de la Armería del palacio y la reducción de la línea de saludos a representantes militares en el interior son las únicas modificaciones introducidas en el programa de esta ceremonia, con la que Don Juan Carlos reaparece en público fuera de la Zarzuela, tras completar el proceso previsto por los médicos para recuperar su actividad habitual.

Aún no es seguro si hará uso o no de una muleta en sus desplazamientos, pero en todo caso bajará del coche en el interior del palacio y caminará desde el zaguán hasta la Plaza de la Armería para presidir desde un podio la ceremonia militar, en la que una formación de la Guardia Real le rendirá honores y Don Juan Carlos escuchará el himno nacional y las 21 salvas de honor.

Antes de llegar al lugar desde donde presidirá este acto, se detendrá en la puerta del palacio que se abre a la plaza, al igual que la Reina y los Príncipes, para saludar al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y a los ministros de Defensa, Pedro Morenés, e Interior, Jorge Fernández Díaz, según han informado fuentes de la Casa del Rey.

Don Juan Carlos, que se ahorrará este año recorrer toda la Plaza de la Armería al no pasar revista a la tropa, accederá a continuación con Doña Sofía y los Príncipes al interior del palacio y los cuatro saludarán en la saleta Gasparini a los representantes de la cúpula militar, encabezados por el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante Fernando García Sánchez.

A diferencia de años anteriores, no formarán parte de esa línea de saludos en la sala Gasparini los representantes de las Reales y Militares Órdenes de San Fernando y San Hermenegildo, de la Guardia Civil y de la Hermandad de Veteranos, con quienes los Reyes y los Príncipes se encontrarán directamente en el Salón del Trono.

Allí, Don Juan Carlos, como Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, impondrá condecoraciones a miembros de las comisiones militares y, en cumplimiento de la tradición, el Salón del Trono será también el escenario donde tomarán la palabra ante los invitados el ministro de Defensa y el Jefe del Estado, antes de trasladarse todos al Salón de Columnas para asistir a una breve recepción ofrecida por el Rey.

La Pascua Militar inaugura la agenda política nacional en este nuevo año y también marca el inicio de la actividad oficial pública de Don Juan Carlos tras la operación a que se sometió el pasado 23 de noviembre para resolver con una prótesis el deterioro ocasionado por la artrosis en la cadera derecha.

El Rey, que realiza tareas de despacho desde su regreso a la Zarzuela tras abandonar el hospital el 2 de diciembre, entre ellas sus habituales reuniones con el jefe del Ejecutivo, no tiene en principio programadas actividades públicas para la semana próxima, pero es previsible que, a mediados de mes, presida, también en el Palacio Real, la recepción anual al cuerpo diplomático.

Asimismo, es posible que la agenda oficial pública de Don Juan Carlos incluya algún otro acto antes de esta tradicional recepción al cuerpo diplomático acreditado en España, en la que la Reina y los Príncipes acompañarán al Rey y a la que asistirán Rajoy y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.

La celebración militar con la que don Juan Carlos reanuda mañana su agenda oficial pública tras la operación de cadera tiene su origen en el siglo XVIII, cuando Carlos III felicitó a las tropas españolas que recuperaron la localidad menorquina de Mahón, que estaba en poder de los ingleses, el 6 de enero de 1782.

Como prueba de aprecio a sus Ejércitos, Carlos III ordenó a virreyes, capitanes generales y demás jefes que en el día de la Epifanía reuniesen a las guarniciones para felicitarles en su nombre.

75 ANIVERSARIO

La Casa del Rey pone hoy en todo caso a disposición de los medios informativos interesados en conmemorar esta efeméride un CD que recoge una selección de 56 instantáneas sobre el Monarca, 38 de ellas procedentes del Archivo Gráfico de la Agencia EFE, que abarcan las distintas etapas de la vida de don Juan Carlos, desde su infancia en Estoril hasta 2012.

La última imagen muestra al rey junto al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y sus tres últimos antecesores en el cargo -José Luis Rodríguez Zapatero, José María Aznar y Felipe González- el 16 de enero del pasado año en el Palacio Real, durante la solemne ceremonia en la que impuso el Collar del Toisón de Oro al entonces presidente francés, Nicolas Sarkozy.

La colección de instantáneas elegidas por la Casa del Rey se completa con tres series de fotografías oficiales de don Juan Carlos -las tomadas por Alberto Schommer en sendas sesiones realizadas en 1978 y 1988 y las de Dany Virgili en 2007-, en las que aparece vestido con traje y con los uniformes de los tres Ejércitos.

Hace cinco años, el Rey festejó su 70 cumpleaños en privado durante la jornada del aniversario, pero convocó cuatro días más tarde a casi 500 invitados, la mayoría de ellos figuras destacadas durante las tres décadas de su reinado, a una cena oficial en el Palacio de El Pardo, en la que don Juan Carlos estuvo acompañado por toda su familia.

Entre los invitados a aquella celebración se encontraba una parte importante de quienes hicieron posible la transición a la democracia, como Manuel Fraga o Santiago Carrillo, dos dirigentes políticos radicalmente enfrentados durante el franquismo y cuya reconciliación simbolizó la de las dos Españas divididas por la Guerra Civil.

Ambos fallecieron el pasado año, con ocho meses de diferencia, y la Corona mostró en los dos casos su cercanía y solidaridad ante el duelo: el Príncipe de Asturias presidió el funeral de Fraga en enero y los Reyes protagonizaron una emotiva visita al domicilio de Carrillo, en la que dieron consuelo a la familia del líder comunista que aceptó la Monarquía en España.

Pocos meses después de aquella cena en El Pardo de 2008, la última celebración oficial de un cumpleaños del Rey, España entró en recesión y, desde entonces, la crisis económica ha condicionado la vida del país y sus instituciones, entre ellas la Corona, que ha pasado a dedicar una parte fundamental de sus actividades a apoyar a los sectores más afectados y a promover el empleo y el crecimiento.

También la Familia Real ha sufrido en estos últimos años los efectos de otras crisis: en enero de 2010 la Infanta Elena y Jaime de Marichalar completaron el proceso de su divorcio y en diciembre de 2011 la Casa del Rey apartó de las actividades oficiales al duque de Palma, Iñaki Urdangarin, por su conducta «no ejemplar» tras ser imputado por supuestas irregularidades en el caso Nóos.

La polémica generada en abril de 2012 por el viaje del Rey a Botsuana, donde se fracturó la cadera en una caída, abrió otra crisis, cerrada tras las ya célebres palabras de perdón a su salida del hospital.

Aquella intervención quirúrgica, a la que siguió otra pocos días después para resolver una luxación, se sumaba a la extirpación de un nódulo pulmonar benigno en mayo de 2010 y a dos operaciones de menor importancia a lo largo de 2011, para implantar una prótesis en la rodilla derecha y solucionar una rotura del tendón de aquiles en el pie izquierdo.

En todas esas ocasiones afrontó los debates sobre su salud con continuas demostraciones de que podía reanudar con normalidad sus tareas habituales y, cuando los médicos le aconsejaron someterse a una nueva intervención en la cadera tras su viaje a la India del pasado octubre, decidió aplazar la operación para no dejar de atender sus compromisos como anfitrión de la Cumbre Iberoamericana.