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“Me ilusiona aprender fuera”

David Delgado (derecha), junto a Pablo Melián, en el Centro de Desarrollo Turístico. | DA
David Delgado (derecha), junto a Pablo Melián, en el Centro de Desarrollo Turístico. | DA

NICOLÁS DORTA | Adeje

Es el momento. A los 23 años David Delgado emprenderá en unos días su aventura hacia Alemania. Es la segunda vez que sale de la Isla, su casa, donde lleva toda la juventud cocinando en los fogones de diversos hoteles y restaurantes. La experiencia laboral lo define y cocinar es lo que siempre quiso hacer. El folclore es su hobby en los ratos libres. Tras unos meses de baja, al lesionarse la rodilla en una caída, prefiere formarse, aprender un idioma, tener un título en hostelería y un trabajo estable, emprender una aventura definitiva que cambiará su vida por completo. Por ello ha decidido viajar hasta la Baja Sajonia, en Goslar, un pueblo de más de 40.000 habitantes.

Su objetivo es recibir formación en el hotel & restaurante bar Kaiseworth, de cuatro estrellas, o el Hotel Brusttuch Pool & Sauna Fitness, de tres tres estrellas. Allí pasará primero cuatro horas de prácticas en la cocina y otras cuatro aprendiendo alemán, pues no sabe ni una palabra.

El joven David forma parte del grupo de cinco chicos más que emprenderán este viaje en marzo (tal y como publicó DIARIO DE AVISOS el 25 de febrero) para formarse en estos hoteles gracias a la iniciativa privada del empresario Heinrich Oberhuber y la mediación de Pablo Melián, ahora empresario de la restauración en Tenerife que vivió en Alemania 37 años.

El Ayuntamiento de Adeje, a través del Área de Desarrollo Local, ha seleccionado el personal inscrito en el Bolsa de Empleo y se ha interesado en el proyecto, que puede tener continuidad. Desde el Centro de Desarrollo Turístico, sede de Empleo, se han facilitado todos los trámites a estos jóvenes.

En principio, explica Melián, se trata de “un proceso formativo, no laboral, aunque estarán trabajando igualmente”, aclara. Los aspirantes tendrán una apartamento, un sueldo de unos 300 euros, su Seguridad Social y manutención. A cambio, aprenderán todo lo relacionando con el funcionamiento del hotel y el idioma. David está bastante ilusionado e igualmente Pablo Melián, que sirve de “padrino”, les acompañará en este viaje para lo que necesiten, pues conoce a este empresario. Así estarán más seguros, aunque no exentos de interrogantes sobre un futuro que puede ser prometedor. David explica que “es difícil desprenderte de tus cosas” como el coche, al que le quedan algunas letras por pagar, pero “la ilusión y las ganas de aprender pueden más, sobre todo cocina que es lo que siempre he soñado”, explica.“Yo estoy contento porque creo que es una buena oportunidad para formarme y aprender un idioma, conocer otras culturas”, añade.
Pablo Melián comenta que las cosas en Alemania son diferentes, que la hostelería es un trabajo sacrificado pero con muchas oportunidades porque “generalmente los alemanes se decantan por otras profesiones”.

La idea de Melián es seguir sirviendo de intermediario con otras empresas de Alemania que precisen personal, pues tiene varios amigos allí que quieren hacer lo mismo.
“De momento vamos a probar con esta iniciativa y luego veremos cómo vamos evolucionando”, subraya Melián, quien fue de vacaciones a Alemania por casualidad y no volvió. Trabajó en restaurantes, hoteles y hasta en un banco. A veces le cuesta recordar palabras en español. Quizás esto le ocurra a estos jóvenes que ahora emprenderán una nueva vida.