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Sesenta años del Instituto de Estudios Hispánicos – Por Isidoro Sánchez García

   

El 12 de febrero de 2013 se cumplen 60 años de la constitución del Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias (IEHC) en el Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, siendo alcalde el recordado Isidoro Luz, a la sazón alma mater del nuevo instituto. En la actualidad, seis décadas de caminar por la senda de la cultura dan para mucho. Hace diez años, en el año 2003, el profesor Manuel Hernández González se encargó de revisar la historia de medio siglo del Instituto. Dio cuenta de la labor de los fundadores y de una serie de personas ligadas a la cultura hispánica y en particular con Iberoamérica. Ahora queremos añadir algunas pinceladas de la etapa 2003-2013 para recordar el papel desempeñado en esta década por esta institución canaria y evocar los recuerdos más significativos de tipo cultural.

Muchas personas, hombres y mujeres, del municipio, del valle y de la Isla entera, han estado ligadas a la historia cultural del IEHC. Incluso, algunos venidos de fuera, que apostaron claramente por mantener el Puerto de la Cruz como lugar de encuentro de la cultura universal. Principalmente, venidos de América y de Europa. Al principio me resultaba ajena y lejana la institución, por cuanto residía en La Orotava, mi villa natal; luego porque me fui a estudiar fuera, a La Laguna y Madrid, durante unos cuantos años, pero siempre oí hablar del IEHC. Tuve que esperar a terminar mi etapa de vida política activa, en 2003, para incorporarme como socio de éste. No obstante ya había entrado a participar de manera humilde en las diferentes actividades culturales que se desarrollaban. Conocí a Isidoro Luz, a Telesforo Bravo, a Antonio Ruiz Álvarez, a Manuel López, a Jesús Hernández Acosta, entre otros destacados dirigentes de la institución portuense. También por sus visitas a Las Cañadas del Teide, a Celestino González Padrón y a su esposa, Yaya Reimers, así como a su hija Ana Luisa. Más tarde, ya en etapa democrática, a dirigentes como Antonio Galindo, Milagros Luis Brito, Alberto Sebastián, Manuel Rodríguez Mesa, Nicolás Rodríguez Muzennmaier, Manuel Hernández González, Nicolás González Lemus, Jerónimo de Francisco, Celestino Hernandez e Iris Barbuzano, entre otros.

Cuando el tiempo y el trabajo me lo permitían me acercaba a la calle Quintana para disfrutar de charlas y conferencias, de exposiciones de pinturas o proyección de películas, de presentaciones varias de libros, fotografías, caricaturas, perfomances, etc. Entre las actividades propias recuerdo la presentación del libro de Virgilio López Lemus titulado: DML, una cubana universal, y la Convergencia artística entre Francisco Bonnin y Dulce María Loynaz; el festival de cine cubano con Luis Leonel de director protagonista, la participación en presentaciones de conferenciantes, como la del profesor y diplomático venezolano Luis Xavier Grisanti; así como de las exposiciones de Imeldo Bello, las caricaturas de Vicente Jordán y la obra artística de José Antonio Medina (Pepe). En el recuerdo siempre mantengo la charla de Dulce María Loynaz con Carmen Conde en 1953, en el año de la inauguración.

Pronto, en el Museo de Arte Contemporáneo del Puerto de la Cruz, ubicado en la antigua Casa de la Real Aduana, y que lleva el nombre de un peculiar personaje de la cultura, Eduardo Westerdahl (MACEW), se inaugurará una exposición inédita de dibujos, de ornamentaciones artísticas de Juan Ismael a un poemario de un escritor cubano, Andrés de Piedra.

Bueno, gracias al descubrimiento que hice en La Habana hace años, al interés cultural del profesor Celestino Hernández Sánchez y a la sensibilidad del IEHC. Entonces, el Día de Canarias (30 de mayo) será una buena oportunidad para celebrar con alegría los sesenta años de su vida intensa. Carlos Pinto Grote, amigo de Juan Ismael, sabe bien de lo que estoy hablando.