TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife
Un matrimonio de jubilados que paseaba por el camino de Los Laureles, dentro del término municipal de Tegueste, fue apaleado brutalmente por tres jóvenes sin que entre ellos mediara palabra, según la información recabada en fuentes cercanas a la investigación y corroboradas por los propios afectados.
El motivo de la brutal agresión al parecer se encuentra en que otro grupo que pasaba por el lugar afeó a los agresores, que viajaban en un turismo, su conducción temeraria, y que estos fueron a tomarse tan absurda venganza en quienes ni siquiera habÃan participado en la reprimenda.
Los hechos se remontan a minutos antes de las diez de la noche del pasado domingo, dÃa en que se celebró la RomerÃa de Tegueste, la primera gran cita del año de estas caracterÃsticas.
La pareja circulaba por el referido camino y observó al turismo en cuestión, que según detallan iba a demasiada velocidad, dado el gran número de gente que caminaba por la zona, y con las luces largas.
Según explican, un grupo que andaba unos 50 metros por delante cruzó con los ocupantes del turismo, dos varones y dos mujeres, varias palabras y algún insulto, pero para su sorpresa el turismo frenó su paso un poco más allá, justo por donde andaban ellos.
Sin mayores miramientos, los dos jóvenes fueron hacia el hombre y empezaron a propinarle golpes de todo tipo que llegaron a provocarle la pérdida del conocimiento, a pesar de que le doblaban en número, uno de ellos era muy corpulento (más de 1,85 m., según testigos) y su vÃctima tiene 66 años.
Por si fuera poco, una de las jóvenes -la otra no participó en la paliza e incluso abogó por los afectados- abofeteó a la mujer, de 65 años de edad, y luego la tiró de los pelos, arrastrándola por el suelo.
Puestos en fuga por la llegada de otros jóvenes que auxiliaron a las vÃctimas, el balance no pudo ser más desolador, especialmente en el casó del hombre, que volvió a casa en la noche de ayer tras estar ingresado en el Hospital Universitario de Canarias, donde se le apreció una fisura en un hueso de la cara, un enorme hematoma en uno de sus ojos y cuantiosas señales de los golpes recibidos. La guardia civil ya busca a los violentos.