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¿Bueno o malo?

   

¿Es malo internet?. | DA

¿Es malo internet?. | DA

Sentir el cariño de los que no conocemos, de los desconocidos que están velando nuestro sueño y nuestra soledad, nuestros peligros o nuestros desfallecimientos, es una sensación aún más grande y más bella, porque extiende nuestro ser y abarca todas las vidas

Pablo Neruda 

Por LEOCADIO MARTÍN

Hoy nos vamos a apuntar a una pregunta que nos hacen día a día. ¿Cuáles son los efectos psicológicos de Internet?
¡Qué va! Ojalá esta fuera la pregunta. La verdad es que cuando nos preguntan por Internet, la gran mayoría de las veces es buscando corroborar lo malo que es el estar permanentemente conectado… ¡para los jóvenes!

Ya esto resulta muy curioso. ¿Son los jóvenes los únicos que están mirando todo el rato a una pantallita? Me da que no. Y mi propuesta de hoy no va por ahí. Voy a intentar responder a esa pregunta que pocos hacen acerca de los efectos. comprobados experimentalmente, de estar conectados.

¿Estamos haciendo las preguntas correctas? Nos han bombardeado con artículos, libros, debates, tertulias, acerca de Facebook, Twitter, Tuenti, WhatsApp, Line… o Internet en general. Aparte del desconocimiento inherente percibiendo cada una de las partes como un todo, podemos resumir las propuestas como propone J. Dean, en tres:

Las redes sociales
1. Son magníficas. Nos mantienen en contacto y potencian la posibilidad de conseguir trabajo, encontrar viejos amigos, hacer cosas juntos y optar a nuevas posibilidades de diversión.
2. Son horribles. Están llenas de exhibicionistas, cotillas, generan celos, soledad y destruyen nuestras relaciones reales con los demás.
3. Sus efectos están mezclados. Algunas investigaciones dicen que son buenas para nosotros y otras que son malas.

Desafortunadamente, todas estas afirmaciones se basan en una premisa equivocada; incluso la tercera que es la que más se acerca a la realidad. Es como si nos estuviesen preguntando ¿es la vida buena para ti? La pregunta es simplemente una tontería.

Los efectos de las redes sociales, de Internet en general, incluso de nuestra vida dependerán de lo que hagamos con ella.
Pensemos en Facebook por un momento. En todo lo que se puede hacer: localizar viejos amigos, jugar, encontrar contenidos fascinantes, ver fotos de otros o de otras borrachos… y muchas otras cosas más.

Nuestra creatividad, cuando utilizamos los servicios online, va mucho más allá de nuestro conocimiento sobre su significado y cómo nos puede afectar.

De hecho, todavía son pocos los estudios que abordan los hábitos online y los efectos, positivos o negativos, que tienen sobre nosotros.

En un estudio llevado a cabo por Moira Burke en Pittsburgh, se examinó la diferencia entre el uso activo y pasivo de Facebook.

El uso pasivo, mirar las fotos de los demás y leer sus actualizaciones, sin interactuar; y el uso activo, que incluía actualizar nuestro estado y comunicarnos con otros.

Aunque la distinción puede resultar muy básica, resulta sorprendente descubrir que quienes más criticaban la red social eran los que la usaban de forma pasiva mientras que los otros encontraban su uso muy gratificante.

Otro estudio, realizado conjuntamente por la Universidad de Berlín y la de Tucson, se centró en el uso de Facebook y la soledad. Los participantes en este estudio se sentían menos solos y más conectados a sus amigos si actualizaban diariamente.

Lo más sorprendente es que esto no dependía de si sus amigos respondían o no a sus posts, o como lo hicieran. El mero hecho de mostrarse parecía reducir la sensación de soledad.

Por supuesto que estos estudios no zanjan el tipo de efecto, según el uso que hagamos, que tienen las redes sociales, pero al menos comenzamos a ver cómo se formulan preguntas más concretas y menos morales, acerca de dicho uso y su impacto sobre nosotros.

Por ahora, lo que parece estar claro es que, al menos en los estudios citados, el parecido entre Facebook y la realidad es asombroso. Nos hace sentir mejor saludar a los amigos cuando los vemos, en lugar de observarlos pasivamente.
Y además es más educado, sin duda…

*Psicólogo
leocadiomartin.com
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@LeocadioMartin