X
cd tenerife > el reportaje

Camino de hacer historia

   

En la campaña 86-87, el conjunto tinerfeñista solo se dejó los tres puntos en cuatro ocasiones. / DA

En la campaña 86-87, el conjunto tinerfeñista solo se dejó los tres puntos en cuatro ocasiones. / DA

ÓSCAR HERRERA | Santa Cruz de Tenerife

El Tenerife 2012-2013 está firmando una de las mejores campañas de toda su historia. Los datos numéricos de lo que llevamos de temporada así lo atestiguan, corroborando que los blanquiazules están en el camino correcto para lograr el objetivo final del retorno al fútbol profesional, aunque estos números de nada servirían si en las eliminatorias de ascenso no se consigue el premio final, que pasa ineludiblemente por subir de categoría.

En cuanto al número de puntos conseguidos, y de victorias, ya se ha superado lo hecho la temporada anterior. Así como los goles a favor y en contra, que son mejores que hace un año. Los 66 puntos que se llevan a falta de cuatro jornadas, ya superan los logrados el curso pasado en la misma jornada que la actual.

Pero si hay algo donde destaca de verdad este equipo es en el número de derrotas que suman los tinerfeñistas después de 34 partidos jugados. Solo cuatro partidos perdidos es el segundo mejor registro del CD Tenerife en categoría nacional desde la temporada 1953-1954. Esos guarismos solo los supera el Tenerife de la temporada 1986-1987también en Segunda División B, que de la mano de Martín Marrero, perdió solo cuatro encuentros en toda la temporada. Aquel equipo estuvo 21 partidos (toda una vuelta), invicto, y consiguió de manera brillante el ascenso a Segunda A como campeón de la categoría, en una liga con 22 equipos y 42 jornadas, lo que le da más mérito al hito de perder únicamente cuatro choques. Fue el primer año de Javier Pérez como presidente de la entidad, y el inicio de un nuevo ciclo que traería el ascenso a Primera División tan solo dos años después de la mano de Benito Joanet.

Precisamente, esa campaña 88-89, el CD Tenerife se plantaba en la máxima categoría habiendo perdido nueve partidos después de las primeras 34 jornadas. Ya en Primera, y con Jorge Valdano como técnico, los blanquiazules fueron derrotados en siete ocasiones hasta la misma jornada que ahora (34), con el valor añadido de hacerlo entre los mejores clubes del fútbol español para acabar quintos en la liga. Con Rafa Benítez de entrenador, los tinerfeñistas cosecharon ocho derrotas hasta la jornada 34; aquel equipo también subió a Primera. Al igual que con Oltra al frente de la plantilla en la 2008-2009; que llevaba siete derrotas en 34 jornadas. La campaña pasada (2011-2012), el Tenerife acumulaba ocho derrotas a estas alturas, para terminar con 10 partidos perdidos al final de liga.

Ahora, a cuatro fechas de que acabe este campeonato, los blanquiazules podrían igualar el registro que logró Martín Marrero, si no pierde más hasta el final de liga. Un reto más para este imparable Tenerife.

Los choques en que se falló

Sporting de Gijón B, Fuenlabrada, Atlético de Madrid B y Guijuelo son los únicos conjuntos que han podido doblegar a los blanquiazules en lo que va de liga. Los dos primeros derrotaron al equipo entrenado por Álvaro Cervera en la primera vuelta, cuando los tinerfeñistas perdían en dos salidas seguidas a Gijón y Fuenlabrada. Las otras dos derrotas llegaron en la segunda vuelta.

Martín Marrero: “Estuvimos 21 partidos sin perder”

El entrenador que ocupa el récord de menor número de partidos perdidos en una temporada en toda la historia del CD Tenerife es Martín Marrero. Fue en la temporada 86-87, y al término de ella los blanquiazules ascendieron a Segunda División A. El preparador tinerfeño recordó ayer para DIARIO DE AVISOS lo que fue aquel año. “Fue una liga con un montón de equipos. A raíz de aquella temporada, se instauró una Segunda B con cuatro grupos y 80 clubes. Aquel año éramos 22”, rememora Martín Marrero. “Recuerdo de aquella temporada que perdimos muy pocos partidos; de hecho, estuvimos 21 encuentros seguidos sin que nadie nos ganara”. “Se me asemeja mucho a esta temporada”, con Álvaro Cervera, porque “también fue un año difícil en lo económico. El ascenso era una necesidad imperiosa para la subsistencia de la entidad”, detalla Marrero. “La diferencia con este momento es que entonces subimos directos como campeones de la Segunda B. No había que jugar un play off, como va a suceder dentro de pocas semanas”, indicó.