Comienza el derribo de las últimas viviendas antiguas de Cuesta Piedra

El derribo de las casas antiguas que quedan en Cuesta de Piedra se prolongará a lo largo de un mes. / JAVIER GANIVET

YAZMINA ROZAS | Santa Cruz de Tenerife

Después de que el pasado mes de febrero finalizara el proceso de reposición de las 355 viviendas del santacrucero barrio de Cuesta Piedra, con la entrega de los últimos 108 hogares, ayer comenzó el derribo de las últimas viviendas que quedaban de las construidas en la década de los años 50 del siglo pasado, que se encontraban muy deterioradas. Los vecinos piden al Ayuntamiento que el espacio que quedará tras la demolición de las casas se dote de equipamientos, como jardines o un polideportivo. El portavoz de la Comisión de Reposición de Cuesta Piedra, Celso Blanco, contó que los vecinos no pueden evitar vivir este derribo con un poco de nostalgia. “Estamos hablando de 58 años, de varias generaciones y de muchísimos recuerdos, buenos y malos. Somos un barrio humilde, con nuestros pros y contras, pero gente unida y éramos todos una familia, y eso es lo que echamos de menos”, enfatizó.

Familias que han pasado toda una vida en estas casas. “A mí personalmente también me da pena. Aquí -rememora Celso Blanco- tengo muchos recuerdos, me acuerdo de cuando estaba corriendo por las calles, de cuando íbamos al colegio o de estar jugando en casa de un amigo, que es la primera que han tirado ahora”. Sin embargo, los vecinos están también muy contentos con sus nuevos hogares. “Creo que hemos hecho un trabajo bueno y se ha hecho lo que los vecinos querían”, señaló.

Dotaciones públicas

Más de 15 años de trabajo que no acaban aquí. “Ahora -explicó Blanco- vamos a intentar luchar hasta donde haga falta para lograr equipamientos y zonas verdes, que es lo que realmente le hace falta al barrio”. En esta línea, añadió que los vecinos quieren que en el espacio que quedará tras la demolición se coloque un polideportivo, y zonas ajardinadas o que se recupere el antiguo colegio para que “haya de todo como en cualquier otro barrio, porque genera bienestar para los vecinos y es importantísimo”, apuntó el portavoz de la comisión. “Lo que no vamos a permitir -destacó- es que aquí se haga una casa más. Eso lo tenemos clarísimo”.

La construcción de estas viviendas data de la década de los años 50 del siglo pasado. | J.G.

En cuanto al derribo que comenzó ayer, Celso Blanco explicó que es complejo porque primero hay que ir “eliminando poco a poco las planchas de los techos, que son de un material cancerígeno, ir sacando los cristales, aluminios, puertas… y luego se procede a la demolición”. Indicó que, según la información que tiene, en un mes se derribarán todas las casas.

Este proyecto nació en 1997 con el objetivo de reponer un total de 355 viviendas del barrio que habían sido construidas, con materiales de baja calidad, en la década de los años 50 del siglo pasado, para cubrir la demanda de vivienda urbana de bajo coste en la capital santacrucera tras la Guerra Civil española.