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De cuando la villa de Los Silos era el mayor productor de seda en toda Canarias

   

AGUSTÍN M. GONZÁLEZ | Santa Cruz de Tenerife

HISTORIA CARRETERA LOS SILOS

Carretera general de Los Silos, sobre finales del siglo XIX. / Foto cedida por el Archivo Histórico del Ayuntamiento de Los Silos. Autor desconocido.

Tiene nombre con claras reminiscencias agrícolas pero, curiosamente, una de las etapas más relevantes de la historia de Los Silos está ligada a una actividad bien diferente: la seda. Pocos conocen en la actualidad que la zona de Daute fue el área de mayor producción sedera de toda Canarias. Según consta en el Archivo Histórico Municipal, a finales del siglo XVIII existieron hasta cinco telares en Los Silos, donde además tuvo fama y renombre la elaboración de seda y cintería a cargo de las monjas del convento de San Sebastián. De esta curiosidad histórica no queda en la actualidad recuerdo alguno.

Como en la mayoría de los pueblos de la Isla, este territorio del noroeste tinerfeño empezó su andadura tras la Conquista con el impulso económico de la caña de azúcar y los cereales. Luego cogió auge el vino y se benefició de la etapa de esplendor del cercano puerto de Garachico, hasta que la erupción volcánica de 1706 aisló a toda la comarca. En el siglo XIX tomó cierto y breve protagonismo la cochinilla y a finales de esa centuria se inició la gran reconversión agraria del plátano, que perdura hasta nuestras días. Hoy Los Silos puede presumir de poseer una de los mayores platanares de la isla de Tenerife.

Tras la Conquista, el primer poblamiento del territorio silense estuvo protagonizado por castellanos y portugueses, como demuestra la profusión de portuguesismos aun presentes en la zona. Otros aportes de población estuvieron representados por catalanes, extremeños y genoveses, a los que se unieron pobladores del resto de las Islas: herreños, gomeros y grancanarios.

Aunque no exista un acta fundacional, el origen de Los Silos está íntimamente ligado al portugués Gonzalo Yanes (Gonzalianes de Daute), poseedor de tierras en el lugar desde finales del siglo XV, si bien el nombre de Los Silos aparece por primera vez en un albalá de 1509. El origen de esta nomenclatura hace referencia a los tres grandes depósitos para cereales construidos por Gonzalianes, que regentaba también el antiguo trapiche de Daute, tomado a censo por éste del Adelantado Alonso Fernández de Lugo.

Otra curiosidad histórica de Los Silos es que en 1883 tuvo lugar aquí la apertura de la comunicación telegráfica entre Tenerife y La Palma, mediante la instalación de un cable submarino. A esas alturas del siglo XIX ya se habían dado los primeros pasos para la construcción de una vía que uniera Garachico con Los Silos y Buenavista, lo que se conseguirá en la segunda década de la siguiente centuria.

Ya en el siglo XX, Los Silos asiste en las primeras décadas a dos acontecimientos que marcan su historia y su fisonomía. Por un lado, el 28 de Julio de 1921, por Real Decreto del Ministerio de la Gobernación, se concede al pueblo el título de villa.

Por otro lado, la llegada del arquitecto vallisoletano Mariano Estanga, uno de los artífices de la renovación urbana en Canarias, que introduce el modernismo en la arquitectura silense con la reestructuración de la plaza de La Luz, colocando en el centro un quiosco de estilo art noveau, y la reforma de la iglesia de La Luz. Hoy, el pueblo de Los Silos sigue siendo un gran y hermoso desconocido.