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Cuarta creencia – Por Indra Kishinchand López

En el siglo XIX, tras una de las reformas del Parlamento británico el recinto apareció con una tribuna dedicada a los periodistas. A partir de ese momento los profesionales de la información tuvieron un lugar específico desde el cual podían seguir las sesiones parlamentarias. Ante tal acontecimiento, Thomas Macaulay, inventó, en 1843, el concepto de cuarto poder. “La tribuna ocupada por la prensa se ha convertido en el cuarto poder del Reino”, puntualizó.

Su afirmación, independientemente del sentido con el que se pronunciara, aceptaba que los medios de comunicación estaban adquiriendo una gran influencia en la opinión pública. Ahora este hecho es una obviedad que algunos parecen no querer ver. Entiendo que los periodistas son críticos e incómodos, pero que el señor Rajoy prefiera aparecerse como salvador en una pantalla de televisión a responder a sus preguntas quizás es un exceso. Más exceso aún me parece que el presidente del Gobierno de España haya estado desde el 28 de diciembre sin realizar esta actividad.

Decía Kapucisnki que para ser periodista hay que ser buena persona; quizás por eso hemos aguantado tanto, aunque la paciencia parece agotarse siempre queda la última oportunidad que se estira durante meses. Permítanme rematar mi alegato expresándoles que yo también creo que para ser periodista hace falta ser buena persona. No me lo digan, que sé que es necesario para cualquier profesión, pero es que nosotros existimos porque ustedes existen, contamos porque nos han dado la confianza para hacerlo, somos fieles a unos principios éticos porque se lo debemos, a ustedes. Por eso, no dejen de creer que el Periodismo evitará su propio miedo, porque ya dijo Darwin que “no es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que mejor responde al cambio”. Y eso nunca se nos ha dado mal del todo, ya lo saben.