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Ejes para avanzar – Por Fernando Clavijo Batlle*

En los últimos tiempos, en que no hay una sola acción que no esté marcada por la crisis, los gestores de lo público tenemos que estar, más que nunca, a la altura. De nada nos habría servido lamentarnos cuando, hace unos años, las cosas empezaron a ponerse difíciles. En lugar de eso, decidimos coger el toro por los cuernos y empezar a planificar, a pensar en una estrategia socioeconómica que, en La Laguna, se sostiene sobre tres pilares: el primero de ellos, obligatoriamente, es el de ayudar a los más desfavorecidos, a aquellos que peor lo están pasando y, consecuentemente, ayudar a los que les ayudan; las ONG. En este caso, el esfuerzo ha sido ímprobo; hablamos de esfuerzo presupuestario y también profesional por parte de toda la plantilla del área de Bienestar Social, a la cual hay que felicitar. Pese a la coyuntura descrita, en los últimos años el Ayuntamiento ha establecido una estructura de Servicios Sociales moderna y ágil, fundamentada en un modelo que precisa de la participación activa del usuario, con la prevención como máxima, pero atendiendo, al tiempo, a la demanda de ayudas económicas. Baste apuntar que desde 2007 hasta el presente ejercicio -al tiempo que se ha duplicado el número de usuarios atendidos- el presupuesto de los recursos y programas de los servicios sociales laguneros se ha incrementado en casi un 100%, pasando de siete a 14 millones de euros. Esta es una labor que requiere una inversión continua y creciente, en la que volcamos la mayor parte de nuestros esfuerzos. Pero, sin duda, la mejor política social es que la gente tenga trabajo.

Los ayuntamientos no tenemos competencias directas en empleo, pero podemos hacer algo que es igual de importante: ayudar a los que lo generan. Este es el segundo eje de nuestra acción, que llevamos a cabo de tres maneras: con la simplificación de trámites administrativos, con la dinamización del entorno comercial del municipio y con el consenso con los agentes sociales y económicos de La Laguna. Todo ese trabajo ha supuesto que, en un contexto difícil, se sigan creando empresas a buen ritmo. Como ejemplo, en los últimos tres años en La Laguna (de 2010 a marzo de 2013) se ha instalado un total de 1.021 empresas, 161 en el centro histórico y 860 en los distintos pueblos y barrios. Las bajas en estos tres años han sido de 129 empresas, con lo cual, el saldo neto es de 892, con una media anual 295 empresas. En cuanto a los indicadores socioeconómicos, según las Fuentes del Anuario Económico de España, La Laguna presenta la menor disminución en actividad industrial de los principales municipios de la isla entre 2006 y 2011. Por otro lado, existe una apuesta decidida por el sector primario, puesto que es uno de los sectores a proteger y proyectar, como hemos venido haciendo en los últimos años. La agricultura, ganadería y pesca aportan una gran estabilidad en términos de empleo, a la vez que producen un efecto de arrastre sobre el resto de la economía. Asimismo, debemos empezar a movernos hacia el estímulo de la economía, tal y como las teorías keynesianas recomiendan en un momento como este. Por ello, nuestro tercer eje es la inversión. Debemos invertir desde las administraciones públicas y debemos hacerlo donde las estadísticas nos dicen que se ha destruido más empleo. En La Laguna, entendiendo que el Ayuntamiento es la mayor empresa del municipio, estamos apostando por ello, si bien no nos está resultando fácil por el déficit de financiación que sufre la Comunidad Autónoma por parte del Estado. Así y todo, hemos preparado un plan de pequeñas obras que no solo dan un respiro a esas pequeñas y medianas empresas, sino que generan puestos de trabajo directos -contratación temporal- e indirecta (ferreterías, empresas de pinturas, grúas, cementeras, carpinterías…). En suma, nuestra estrategia social y económica da prioridad a los ciudadanos garantizándoles la cobertura de sus necesidades básicas.

*ALCALDE DE LA LAGUNA