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La Fiscalía de Las Palmas acusa a seis policías nacionales de cometer delitos de tortura y lesiones

   

EUROPA PRESS | Las Palmas de Gran Canaria

El portavoz de la Fiscalía Provincial de Las Palmas, Guillermo García-Panasco, ha informado este lunes que han presentado un escrito de acusación contra un subinspector de la Policía Nacional y cinco agentes del cuerpo por delitos de tortura y lesiones ocurridos en las dependencias de la Comisaría de la Policía Nacional de Arrecife (Lanzarote) en abril de 2010.

Asimismo, en el escrito presentado por la Fiscalía ante el Juzgado de Instrucción Número 3 de Arrecife también se recoge la acusación contra dos ciudadanos por delitos de atentado y lesiones.

La Fiscalía explica, en un comunicado, que desde el “respeto profundo” al principio de presunción de inocencia, se considera que existe “base probatoria suficiente” para formular acusación por unos hechos que de ser declarados definitivamente como probados “son de una evidente gravedad, aunque afortunadamente aislados”.

En cuanto a los hechos, se remontan a las 12.30 horas del 28 de abril de 2010, cuando los dos ciudadanos acusados, uno de ellos con antecedentes, acudieron a donde se encontraba otra persona que responde a las iniciales de Y.E.M. y tras acorralarle contra una pared, y movidos por el propósito de menoscabar su integridad física, comenzaron a golpearle, propinándole diversos patadas y puñetazos.

Posteriormente, se personaron en el lugar agentes de la Policía Nacional, a los que los ciudadanos acusados, con “absoluto desprecio” hacia el principio de autoridad y hacia la integridad física, se encararon con ellos, propinándoles patadas y puñetazos.

Seguidamente, una vez en la Comisaría de la Policía Nacional de Arrecife, los agentes al conducir a uno de los detenidos a los calabozos, encontrándose el mismo descalzo y con los grilletes puestos, y una vez traspasada la puerta de acceso a los calabozos, uno de los agentes, con evidente ánimo de castigar al detenido por la actuación que había tenido en la calle, y “faltando a su más elemental obligación de velar por la vida y la integridad de las personas detenidas y con absoluto desprecio hacia la integridad física” del detenido, “le agarró por el cuello, haciéndole retroceder y asestándole un golpe con la rodilla, haciendo que el detenido cayera al suelo”.

Asimismo, tras cerrar la puerta de acceso a los calabozos, el resto de agentes le propinó diversos puñetazos en la cara y múltiples golpes en la espalda y en la pierna izquierda, haciendo uso para ello de la defensa reglamentaria, mientras el acusado permanecía agrilletado con las manos en la espalda, por lo que le ocasionaron diversas lesiones. Los hechos se repitieron con el otro detenido.