X
REFORMA EDUCATIVA >

Más de 25.000 firmas contra la reforma educativa

   

EFE | Madrid

El PSOE anunció ayer una oposición parlamentaria “frontal” a la política educativa del ministro José Ignacio Wert, después de que las Juventudes Socialistas de Andalucía hayan registrado en el Congreso más de 25.000 firmas para pedirle diálogo y una rectificación de la reforma de la enseñanza.

La portavoz socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez, opinó que el anteproyecto de reforma -aun no remitida al Parlamento- es una declaración de principios “claramente ideológicos” contra la educación publica y en consecuencia, ha asegurado, contra la igualdad de derechos y oportunidades. Según Rodríguez, el ministro de Educación es símbolo de la “prepotencia absoluta” de la derecha y de la utilización continua de la crisis económica como excusa para reformas de profundo calado ideológico.

El secretario general de las Juventudes Socialistas de Andalucía, José Carlos Durán, explicó que las firmas, recogidas en colegios e institutos de todas provincias, significan también un rechazado de los “recortes y agresiones” del Gobierno central contra los estudiantes andaluces, en lo que definió como el “curso más lesivo” en la historia de la comunidad. “Solo en este último año han recortado más de 6.000 millones de euros en educación, están cerrando los centros escolares; solo en Andalucía se han despedido más de 4.500 profesores interinos debido a los recortes de Rajoy”, aseguró Durán.

En relación con la “subida” de tasas de matrícula universitaria y “bajada” de las becas en comunidades que gobierna el PP y en Cataluña, se ha preguntado qué joven va a poder estudiar. “El PP tiene un claro objetivo -dedujo-: desalojar a los jóvenes de clase media y humilde de la educación y las universidades públicas para que sólo puedan estudiar aquellos que tengan recursos”.

Pidió al ministro que dé “marcha atrás” y recabe el consenso de toda comunidad educativa. “Wert -opinó- escucha más a los curas que a los jóvenes estudiantes”. Así, exigió que se reduzcan los “privilegios” de las grandes fortunas o los bancos, que son los que “tienen que pagar” la crisis, no los jóvenes estudiantes.