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Petro estados – Por Rafael Muñoz Abad*

En el siglo XVI un tal John Hawkins se percató del lucrativo comercio triangular atlántico: vender esclavos africanos en las incipientes Indias y en el torna viaje hacer caja con mercaderías exóticas. Estructura que sería la génesis del mercantilismo de estado británico para con las colonias norteamericanas. Praxis que desarrolló la industria europea, su navegación comercial y subordinó la economía colonial. El actual flujo de buques tanques desde el Golfo de Guinea a los mercados occidentales remembra aquel negocio triangular. El concepto de petro estado hace referencia a las naciones africanas ricas en hidrocarburos. Los estados ribereños del Golfo de Guinea, entre los que por su producción destacan Angola, Guinea Ecuatorial y Nigeria, comparten peligrosos denominadores económicos. Al ser el petróleo su principal exportación, su economía discurre en función de la demanda internacional de este. La derivada inmediata se presenta en forma del denominado mal holandés. El crudo monopoliza sus exportaciones; la entrada de divisa no se recapitaliza sino que se gasta en la importación de bienes de consumo; la economía del país se “especializa” y los otros sectores son abandonados. Esto genera estados políticamente débiles e inestables, aún a rebufo del pensamiento colonial y que dirigidos por una petro oligarquía, no necesitan del resto de la población; demografía, a la que no llegan los ingresos del petróleo. Angola y Nigeria son insaciables importadores de bienes de consumo. Economías pendulares [de la demanda occidental de hidrocarburos] y despreocupadas a la hora de reinvertir las divisas en diversificar sus sectores o en generar una industria interna que equilibre la petro dólar dependencia. En contraste con las 25 refinerías que reúnen Francia, Holanda e Inglaterra, ambos países solo suman cinco. Su crudo es refinado en Europa y reimportado como combustible. Una puesta al día del comercio triangular atlántico. Se exportan materias primas y se importan manufacturas: occidente mantiene su industrialización y continúa haciendo dependiente a sus excolonias. Nada ha cambiado desde Hawkins.

*CENTRO DE ESTUDIOS AFRICANOS DE LA ULL
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