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De Josemari y dímelo cantando – Por Roque Guillén

Tras el aluvión de felicitaciones (dos) por mi último artículo, me veo en la obligación de opinar una vez más sobre una de las peores personas que he tenido la desgracia de conocer, aun yendo en contra de la salud de mi estómago. Quiero dejar claro que, cuando hablo de él, no estoy hablando ni del PP ni de ningún ideal político, sólo doy mi opinión sobre este personaje, repito, mi opinión. Yo, a diferencia de una gran parte del país, pienso que don Josemari no ha sido el mejor presidente que ha tenido nuestra seudodemocracia, todo lo contrario; ha sido el peor y con diferencia (tampoco los otros han sido la alegría de la huerta). Posiblemente sus mentiras, su despotismo y su mega-arrogancia habrán seducido y engañado a muchos españoles, pero a mí no, porque cuando no tienes ningún ideal político no es tan fácil que te la cuelen. Mi estómago se revuelve cada vez que ve a este señor paseando por el mundo con su capa de superman y el logo de S-Aznar en el pecho, mal hablando en inglés de burritoguayabero lo Alejandro Magno que ha sido y lo bonito que tiene sus abdominales. Este señorito con frenazo de bicicleta bajo su nariz que habla de entereza, honestidad y saber estar se permitió el lujo de celebrar una boda principesca a su hija con el señor ¡Aggg!, e invitar a la plana mayor de la corrupción de este país(a los que convirtió en amos y señores de la nación), y parte de la de fuera, y que ahora critica. Fue este cacique quien se cargó a golpe de guillotina una joven democracia cuando politizó el sistema judicial y permitió a los partidos nombrar jueces y magistrados. ¿Y su manipulación en los debates públicos con agresiones constantes, y la afición de demonizar al adversario? Y lo peor de todo, al menos para mí, el apoyo con el pueblo en contra, al pistolero del barrio, un tal Busshh, para meterse a robar petróleo en Irak con la excusa de encontrar armas de destrucción masiva y de derrocar a un dictador (no lo defiendo) en venganza de lo que su padre no pudo conseguir. Y… Y… ¡Bag! Seguiría escribiendo más más porqués pero me da diarrea. No me quiero despedir sin antes pedir disculpas. Saludos.