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La ‘redecilla’ de Correos – Por Miguel L.Tejera Jordán

Hace meses, ¡qué digo!, años, los responsables de Correos en Tenerife enviaron el edificio de la plaza de España a la peluquería para hacerle un cambio de look, como se dice ahora, (vulgo, un cambio de imagen, es decir, una limpieza de fachadas). Pero los peluqueros ni siquiera atinaron a ponerle los rulos… Así que se limitaron a rodearlo con una redecilla que lleva la intemerata envolviendo el inmueble, ubicado en un emblemático lugar de la capital tinerfeña, nada más y nada menos que junto a la flamante sede del Cabildo Insular de Tenerife.

Uno ignora si la empresa que debía realizar el lifting (en cristiano, un ajeitapellejos) quebró y dejó la redecilla puesta, a la espera de que se la lleve el viento. O si, por un casual, el dueño de la redecilla sigue cobrando alquiler por la malla, por más que la malla no sirva más que para afear el conjunto arquitectónico de la zona. Lo que me conduce a realizar varias preguntas: 1) ¿sigue la malla en su sitio para que su dueño cobre el alquiler de la misma, aunque no tenga utilidad alguna, o la han dejado envolviendo el palacete para que los funcionarios que alberga no se tiren por las ventanas y se suiciden, a la vista del trabajo que realizan y de los sueldos que cobran? 2) ¿Qué carajo hacen la Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, encargada de velar por el cumplimiento de la normativa urbanística y su concejal responsable? ¿Y qué hace el alcalde, como presidente de la corporación y de sus organismos autónomos -incluida la citada Gerencia de Urbanismo- para impedir que Correos sea, desde hace años, un adefesio de primer orden incrustado en el conjunto paisajístico de la plaza de España de Santa Cruz de Tenerife? 3) El jefe de Correos en Santa Cruz de Tenerife debe una explicación plausible a la ciudadanía y al servidor de la ciudadanía que pregunta en su nombre, es decir, a quien suscribe. 4) El teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, don José Ángel Martín, está tardando un ni se sabe (ni él mismo lo sabe) en pedirle explicaciones al jefe de Correos. 5) El alcalde, el excelentísimo señor don José Manuel Bermúdez Esparza, está tardando, más que su concejal de Urbanismo, en ponerle las tildes sobre las íes al concejal de Urbanismo y al jefe de Correos. Al primero, por manifiesta dejación de sus responsabilidades en la conservación de la cosa urbanística, estética, medioambiental y paisajística. Y, al jefe de Correos, joder, porque si una carta o un certificado llegan a destino con la misma velocidad con la que tardan en limpiar las fachadas y quitar la redecilla – “q-u-e-n-o-s-i-r-v-e- p-a-r-a n-a-d-a”-, pues que venga Dios y lo vea.

Solo existe una explicación para lo que antecede: el jefe de Correos, el concejal de Urbanismo y el alcalde (no necesariamente por este orden) son igualitos que la malla: no sirven absolutamente para nada…