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Añaza: la rebelión de los parados

   

FORMACIÓN DESEMPLEADOS ANAZA

Clic para aampliar. / FRAN PALLERO

VICENTE PÉREZ | Santa Cruz de Tenerife

Como David contra Goliat, Añaza se rebela. El barrio santacrucero, con una población de 9.000 personas, tiene una tasa de paro del 52%, una de las más elevadas de Canarias, donde la media es de casi el 34%. Por ello, más de 1.300 desempleados se han formado ya en los cursos impartidos en la sede de la Asociación de Vecinos 8 de Marzo, cuya directiva, presidida por Luis Celso, constituye un auténtico revulsivo de esperanza y lucha para el barrio.

Gran parte de los parados vienen de la construcción, como otros 47.000 canarios que ahora engrosan las listas del Servicio Canario de Empleo. En Añaza tienen claro su objetivo desde hace años: aprovechar la cercanía del futuro Parque Tecnológico de Cuevas Blancas para emplearse en industrias que se asienten en esta área industrial, de 300.000 metros cuadrados y con 3.500 empleos posibles.

Con esa intención, 8 de Marzo ha elaborado una lista de parados que se se están formando en materias relacionadas con la construcción, jardinería, limpieza, y, algo en lo que Celso pone especial énfasis: el montaje y mantenimiento de instalaciones de energías alternativas, como la fotovoltaica.

Tienen ya un acuerdo con el Cabildo para que las empresas adjudicatarias del Parque Tecnológico seleccionen de entre ellos a los 300 trabajadores que previsiblemente se necesitarán, durante 36 meses, para urbanizar esta área industrial, con una inversión de 10 millones de euros. Ya está adjudicada la primera fase a una empresa, que precisará de unos 150 empleados, según explica Celso, que además es fundador de la Asociación de Parados de Santa Cruz, y él mismo uno de los que la crisis dejó sin trabajo. “Los parados tenemos que tomar la iniciativa, porque con bolsitas de comida como en el año 1936 no se soluciona nada; queremos bajar el porcentaje de desempleo del barrio, y lo que estamos haciendo es la única forma de levantar el ánimo, de perder ansiedad, porque esta situación nos jode la vida, y debemos crear ilusión y la convicción de que sí se puede salir de esta crisis; nosotros hemos dado el paso y tenemos que empujar a los políticos”, proclama Celso ante una decena de desempleados que ha acudido a la sede de la asociación para explicar su situación a DIARIO DE AVISOS.

También aseguran tener el compromiso del Ayuntamiento y del Cabildo para que en la Asociación de Vecinos, residentes en el barrio se formen en actividades que demanden las empresas que se asienten en el polígono industrial. Además, esperan con ilusión el plan de empleo que, a iniciativa de los propios vecinos, el Ayuntamiento ha asumido, de modo que con el Servicio Canario de Empleo se contrate a los parados de las familias más necesitadas, durante un periodo de seis meses, aunque Celso reivindicar que sea al menos un año.

La necesidad aguza el ingenio y las iniciativas de Añaza no se quedan ahí. En mente tienen el proyecto de arrendar 14 fincas rústicas en Hoya Fría para que las cultiven desempleados del barrio, que constituirían para ello una cooperativa agrícola.

No es de extrañar este dinamismo social. El movimiento vecinal de Añaza es de los más activos de la capital. El 15 de mayo 400 personas salieron a la calle para pedir un plan de empleo. La sede de la asociación es siempre un bullidero de gente, pues allí se ofrecen, además de cursos, asesoramiento a más de cien comunidades de propietarios y se reparte comida, mediante el Banco de Alimentos, a unas 200 familias.

“Yo no solo lucho por mi, sino por mis tres hijos, ya mayores y también sin trabajo, y quiero que tengan futuro en esta tierra”, dice, con gesto de coraje y rabia, Sebastián, de 60 años. A su edad, no se rinde, y espera, como sus convecinos, ganar esta batalla contra el paro.