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Auxilian en Aguere a una familia a la que desalojaron de improviso

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

Policías locales de La Laguna prestaron en días pasados un servicio humanitario al dar amparo a una familia que se vio en la calle de un día para otro, buscándoles un techo para dormir aquella noche, poniendo a buen recaudo sus bienes y gestionando ante los Servicios Sociales una solución para salir adelante.

El suceso en cuestión se inicia minutos después de las seis y media de la tarde del pasado día 26, cuando una patrulla es reclamada para que acuda a una dirección en la carretera general Tejina-Tacoronte, donde hallan a una mujer de 53 años y a su hija de 18 en la calle junto a sus pertenencias envueltas en bolsas de basura.

Como pronto comprueban, la situación de madre e hija es de un desamparo notable. Ambas relatan a los agentes que llevaban tiempo viviendo en la parte alta de un inmueble gracias al alquiler de una mujer con la que mantenían buena relación gracias a su flexibilidad ante los retrasos en el abono mensual pactado.

Sin embargo, los hijos de la casera habían advertido de un tiempo a esta parte que debía de ponerse al día con los alquileres o tendrían que buscarse otro sitio para vivir.

Hasta que ese día llegó y madre e hija se encontraron con la cerradura cambiada y sus enseres envueltos en la puerta de la calle.

Lo peor es que nunca hubo contrato por escrito del alquiler y la ahora desamparada reconoce que no ve solución en presentar denuncia ya que carece de los mínimos recursos para explorar tal vía.

Tras varias gestiones, los policías averiguan que la casera está fuera de la Isla. En cuanto a los hijos, sólo logran hablar con uno que nada tiene que ver con la historia, así que la prioridad pasa a ser lograr un cobijo para esta familia.

Y, a pesar de la hora algo tardía, llegan las soluciones. Los responsables de Servicios Sociales (con los que ya tenían pactada una cita) responden a la llamada de auxilio y adelantan al día siguiente la reunión para agilizar una solución, mientras que para dormir esa noche se contacta con una pensión. Los bultos quedan bajo la custodia de un amigo de la hija y, claro, todo esto es posible porque los policías llevan, traen y tramitan lo necesario en este servicio a unos necesitados.