Canarias: la eterna sociedad ‘low cost’

Las personas con contratos temporales cobran menos que las que están fijas. / FRAN PALLERO

SARAY ENCINOSO | Santa Cruz de Tenerife

Pobres, desiguales y con el futuro hipotecado. Los canarios ya vivían peor que muchos españoles cuando empezó la crisis, pero desde 2008 esa realidad no ha dejado de empeorar. La última encuesta anual de la Estructura Salarial publicada por el Instituto Nacional de Estadística sólo llega hasta 2011, pero revela cuatro factores de riesgo que siempre se repiten: residir en Canarias, ser mujer, tener menos de 24 años o trabajar en la hostelería. Por separado, cada uno de estos factores asegura un sueldo más bajo. Juntos, una vida bastante complicada.

Canarias es la prueba. Fue la comunidad con los salarios más bajos de todo el territorio español. El sueldo medio rondó los 19.516 euros frente a los 22.899 del resto del país. Los vascos fueron los que percibieron retribuciones más elevadas (26.370 euros). Esta diferencia es peor si se tiene en cuenta el sexo. En todas las comunidades autónomas las mujeres percibieron remuneraciones menores que los hombres. En el Archipiélago esta brecha fue de casi 4.000 euros al año. Los hombres recibieron 21.090 euros al año y ellas solo ingresaron 17.824. Solo las gallegas cobraron menos que las canarias (alrededor de 600 euros menos).

La razón fundamental “es el tipo de economía y la especialización sectorial”. Es lo que piensa Jorge Rodríguez Guerra, profesor de Sociología del Trabajo de la Universidad de La Laguna (ULL), que cree que el monocultivo del turismo mantiene a los isleños a flote, pero a la vez en permanente estado de semiahogamiento. “El turismo es la actividad principal de las Islas, y tiene que seguir siendo así, pero para no dañarla se perjudica cualquier otra actividad que se quiera desarrollar”. Ahora mismo el sector “está dando dinero a unos pocos; el resto se queda con los empleos precarios. Los turoperadores y las centrales de reservas hacen negocio desde fuera”, advierte.

Esa situación, sin embargo, no es nueva. “Ahora los datos son más graves, pero no son nuevos. El atraso social de Canarias no viene de 2007 ni de 2008”. No hay más que mirar hacia el tipo de empresas predominante: “Tenemos un un tejido empresarial muy, muy débil”. Canarias, en ese sentido, sí cumple los requisitos de las colonias: ofrece la materia prima -su clima- pero no elabora el producto.

En este punto la pregunta es evidente: ¿por qué no protesta más la sociedad canaria? La respuesta también está en la economía. “Las personas que tienen los peores trabajos son las que se dedican a sectores como la hostelería. Muchas veces tienen contratos temporales o a media jornada. Todo eso hace que el salario sea menor, pero también que se tenga más miedo a perder el empleo. La consecuencia es que el tejido asociativo es más débil”. En las comunidades donde los empleos son más estables hay organizaciones sindicales más fuertes. El ejemplo, el País Vasco”. Líder en sueldos y en calidad de vida, pero también en cohesión sindical. Ser una sociedad low cost es equivalente a ser una sociedad que protesta poco.