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DIARIO DEL COACH >

Flores – Por Andrés Brito

   

Hace días me enteré del hallazgo en Israel de una tumba en la que habían depositado flores junto al fallecido hace más de 13.000 años y recordé cierto gancho publicitario: “Dígaselo con flores”.

Aparte de otras funciones prácticas como disimular el mal olor o evitar que los animales desenterrasen el cadáver, poner flores al sepultar a aquel ser querido me habla de unos familiares que con tal acción estaban proporcionándole un último regalo, un postrero gesto de amor.

Aunque aquellas personas hace ya muchísimo tiempo que también abandonaron este mundo, sus flores han permanecido allí para decirnos a quienes vivimos en el siglo XXI que querían al difunto, y eso me ha llevado a preguntarme qué signos estoy dejando de mi amor por los demás. ¿Y tú? ¿Perduran cartas, fotografías u obsequios que seguirán transmitiendo ese mensaje incluso cuando ni tú ni yo estemos aquí?

Un cliente me contó que su pareja se quejaba de que nunca le decía que la quería. Al preguntarle qué se lo impedía me dijo que no estaba acostumbrado a expresar sus sentimientos con palabras.

El cliente descubrió que tampoco los expresaba con gestos u objetos materiales, y llegó a la conclusión de que le era más sencillo escribir que hablar.

Decidió regalarle a la joven una preciosa tarjeta en la que escribió lo que sentía por ella, cosa que tuvo un efecto espectacular para ambos, puesto que no sólo la chica se emocionó sino que mi cliente descubrió que se sentía muy bien expresándoselo. Más tarde me dijo que le hubiera gustado mostrarse más cariñoso con su padre, cosa que ya no era posible porque había fallecido.

¿Hay alguien a quien te gustaría decirle lo que sientes? ¿Lo harás antes de que sea tarde?

www.andresbrito.com