DIARIO DEL COACH >

Persuasión – Por Andrés Brito

Persuadir es convencer a otra persona con nuestros argumentos, y su etimología es interesantísima. Se compone de dos palabras: el prefijo per (que da idea de una acción del todo acabada tras haber seguido un proceso) y suadere (aconsejar, argumentar). Suadere tiene la misma raíz que suavis (grato, agradable), palabra que derivó en inglés en sweet (dulce). Es decir, “persuadir” encierra dos ideas: seguir un proceso de argumentación… con dulzura. Se diría que es aquí donde hallamos el origen de aquel bello refrán: “Se cazan más moscas con una gotita de miel que con un barril de vinagre”.

Transformemos todo esto en una estrategia para negociar que incluya, por tanto, un procedimiento y una actitud. Veamos:

1. El procedimiento: cuando persuadas, hazlo proporcionando argumentos bien fundamentados, porqués y para qués, con frases sencillas (sujeto, verbo y predicado) que puedan ser comprendidas con facilidad, especialmente si se trata de órdenes que pretendes que la otra persona cumpla.

2. La actitud: usa la “gotita de miel”, es decir, una forma de expresar dichos argumentos sin gritos, sin lenguaje corporal agresivo, sin perder la calma, con educación.

Ya sé que no es esto precisamente lo que se ve en los programas estrella de una popularísima cadena de televisión nacional que nos quiere hacer creer que tiene razón quien más grita, pero te invito a que incluyas en tu diseño de conversación este nuevo enfoque de la palabra persuasión para obtener resultados más ajustados a la consecución de tus objetivos.

Si te he convencido de que lo hagas con los argumentos de esta columna de hoy y hablándote dulcemente puede que no esté tan desencaminado, ¿no te parece?

www.andresbrito.com