JOSÉ ANTONIO FELIPE | Los Cristianos
Raúl Llorente se mostró así de contundente a la hora de frenar a los delanteros del CD Marino. | FRAN PALLERO
Más minutos para ir poniendo a punto las piernas de cara a la próxima temporada. CD Marino y CD Tenerife disputaron ayer un encuentro amistoso -el segundo de la pretemporada- sobre el césped del Antonio Domínguez del que pocas conclusiones se pueden sacar, más allá de que jugadores como Cristo Martín, en la primera parte, evidenció que sigue en un estado de forma dulce y que Sandro, autor de dos tantos, trató de reivindicarse para seguir vistiendo de blanquiazul. Los marinistas, descendidos desde la Segunda División B, si nada se tuerce, serán, sí o sí, uno de los equipos que lucharán esta campaña por volver al fútbol de bronce español.
La nota triste la puso la lesión de Íñigo Ros, al que a lo largo del día de hoy se le efectuarán diversas pruebas médicas, que podría tener fracturado el tener roto el quinto metacarpiano del pie derecho.
El encuentro comenzó con ritmo lento, quizás porque ambos equipos se contagiaron algo del calor que aún hacía acto de presencia sobre el césped del Antonio Domínguez. Álvaro Cervera puso en liza un once inicial lleno de jugadores que en principio, están llamados a ser titulares, aunque el conjunto local se presentó bien plantado en el terreno de juego.
Con todo, hubo que esperar mucho tiempo, casi quince minutos, para ver alguna aproximación blanquiazul al área rival.
Antes,en el 11, había llegado la lesión de Íñigo Ros después de una entrada de Lamine. Los marinistas, quizás por aquello de estar ante su público, se mostraron ciertamente expeditivos por momentos para ser un duelo de pretemporada.
En el minuto 31 llegó el gol de Cristo Martín, el mejor de todo el primer tiempo, tras un pase desde la derecha de Aridane Santana. El tanto, que podía parecer que fuera el que diera más espacios a los de Álvaro Cervera, resultó ser todo lo contrario.
El CD Marino se estiró lo suficiente para comenzar a generar ocasiones de gol. Primero fue mediante un disparo de Witte que se marchó por encima de la portería, más tarde sería Balduino, en el 37, en que probara fortuna, pero su tiro se fue desviado, a la derecha de Roberto, y por último Eslava trataría de peinar en el 41 un balón aéreo.
Ninguno encontró portería, pero los sureños avisaban de que, casi con toda seguridad, van a ser uno de los grandes animadores de la Tercera División. En la segunda mitad, Cervera cambio casi por completo en once, situando un 4-4-2 con Quique Rivero y Aitor Sanz por delante de la defensa, en el centro. Las ocasiones llegaron, pero las dos primeras, en las botas de Guillem Martín a los diez minutos de la reanudación, no encontraron portería. En el 64, una caída de Quique Rivero en el área del CD Marino acabó con la monotonía en la que se estaba convirtiendo el encuentro, con un Tenerife que evidenció falta de rodaje, especialmente en lo físico, y un Marino tratando de dar lo máximo ante un oponente dos categorías por encima.
Algunos gestos de calidad de Luismi Loro, sobre todo los pases en profundidad a sus compañeros, sacudían algo un partido demasiado espeso hasta que en el minuto 79 Sergio dispuso de la mejor ocasión local, pero Roberto, acertado, despejó.
Solo dos minutos después, Sandro, desde fuera del área, anotó un golazo desde fuera del área para repetir, un minuto más tarde, a puerta vacía.
Sandro, que regresaba a Los Cristianos tras haber vestido la camiseta del Marino el curso pasado, se había convertido en protagonista a pesar del tanto en las postrimerías de Guillem.