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Los vecinos de Residencial Anaga exigen más seguridad en la zona

   

Vecinos de Resicencial Anaga con Bermúdez

Bermúdez, junto a los vecinos durante el recorrido que hizo por Residencial Anaga. | DA

N. T. | Santa Cruz de Tenerife

Seguridad y limpieza son las dos principales demandas que los vecinos de Residencial Anaga trasladaron al alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, durante la visita que realizó a esta zona santacrucera, acompañado por el edil de Obras y Servicios, Dámaso Arteaga y la concejal de distrito, Clara Segura. Desde la asociación de vecinos, el secretario, Juan Vicente Gaviño, explicó a Bermúdez la preocupación creciente por el aumento en el número de robos en viviendas y garajes así como la zona de botellón y menudeo que parece se ha instalado en la plaza en la que también hay un parque infantil, y se quejó de la escasa presencia policial.

El alcalde se comprometió a desplazar algunas de las acciones del plan antibotellón puesto en marcha por la Unipol hasta el lugar así como a incrementar el número de efectivos que se acerquen por la zona. De la misma forma trasladó a los vecinos que en lo referente al tráfico de drogas y a los robos en viviendas se trata de un problema que atañe a la Policía Nacional. Los vecinos también pidieron que se plantaran más árboles en la plaza, a lo que Arteaga respondió que no es posible, aunque sí se comprometió a revisar las pocetas en las que están plantados los actuales y que se quedan pequeñas. Arteaga también anunció que el parque infantil de la plaza será sustituido en octubre por uno nuevo.

La limpieza fue el otro punto en el que las quejas aumentaron, sobre todo por el tiempo transcurrido entre acción y acción, “somos como el resto de vecinos más y necesitamos que se atiendan las necesidades de limpieza y más en una zona en la que vienen muchos niños”, se lamentaba una vecina presente en en la visita municipal.

Denunciar a los dueños de perros incívicos
María Luisa, vecina de Residencial Anaga, se convirtió en la sombra de Bermúdez, recordándole que uno de los principales problemas de limpieza procede de los dueños de mascotas que no recogen los excrementos. El alcalde contestó que no puede tener un policía detrás de cada perro, (son 40.000 los que están censados) y apuntó que lo que hay que hacer es “denunciar a los vecinos incívicos”.

El cambio de un paso de peatones con escasa visibilidad en la calle Carlos J. R. Hamilton o la solicitud de un local para la asociación fueron parte de las revindicaciones vecinales que por una vez, para sorpresa de los políticos, también preguntaron qué podían hacer ellos por el Consistorio.