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El Consistorio y Aqualia aprueban la calidad del agua de Las Dehesas

   

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Los asistentes a la reunión bebieron agua embotellada de una conocida marca del norte de la Isla. / DA

GABRIELA GULESSERIAN | Puerto de la Cruz

Cuatro días después de que la asociación de vecinos de Las Dehesas, en Puerto de la Cruz, advirtiera de que iba a denunciar a la empresa Aqualia por no informar acerca del estado del agua, con exceso de flúor, la calidad del líquido elemento sigue sin quedar clara. Al menos para los vecinos.

Fundamentalmente, porque en la reunión celebrada el martes por la noche en el local de la asociación a la que asistieron más de 30 personas, los representantes de Aqualia, David Díaz y Braulio Domínguez, insistieron en que el agua es bebible pero no facilitaron los análisis realizados que acreditan que es apta para el consumo humano. Un hecho que para los vecinos es “sospechoso” y que “no se entiende ya que el motivo de la reunión era aclarar a qué se debía la turbidez, notoria desde hace mucho tiempo”, asegura el presidente de la asociación José Miguel Díaz.

Pese a que insistieron en que el agua era bebible, ambos rechazaron la invitación de una vecina de La Vera que llevó una botella con agua, proveniente del mismo canal que suministra al barrio de Las Dehesas. Tampoco se atrevió la concejal de Sanidad, Antonia María Domínguez, presente en el encuentro organizado por los vecinos y que se prolongó más de dos horas. El argumento que dieron es que “no sabían de dónde se había cogido” ni tampoco “si era potable”, apuntó a este periódico uno de los presentes.

En ese contexto, los responsables de la compañía se comprometieron a mejorar la calidad del servicio “dentro de sus posibilidades”, matizó Díaz. También pidieron que los ciudadanos hicieran constar sus quejas y problemas en el teléfono 902 236 023 aunque advirtieron que estos continuarán en el futuro si el Ayuntamiento no realiza una inversión en la red municipal “que se encuentra obsoleta desde hace 25 años”.

La edil de Sanidad se mostró satisfecha con la participación de los vecinos ya que “es importante que transmitan sus preocupaciones. Eso no implica que no se siga trabajando para que el agua venga en calidad óptima”, subrayó a este periódico.

De momento, la asociación va a detener la denuncia que tenía previsto interponer contra Aqualia por falta de información con el fin de darle tiempo a que cumpla con el compromiso adquirido y que solucione los problemas en el suministro. En caso de no ser así, recurrirá a la vía judicial para que se revise el contrato que tiene el Ayuntamiento con la empresa a efectos de demostrar de quién es la responsabilidad del deficiente estado del líquido elemento.

Las “graves” acusaciones de la compañía

La agrupación Vecinos por el Puerto (VxP) califica como “graves y sorprendentes” las afirmaciones vertidas por los responsables de Aqualia, la empresa encargada del suministro y abastecimiento de agua potable, en la reunión mantenida el martes con los vecinos del barrio de Las Dehesas debido a la turbidez registrada en el servicio.

La compañía aseguró que este problema se debe a que la red municipal se encuentra obsoleta y a que el depósito de La Vera se halla fuera de servicio desde que en mayo de 2012 se derrumbara parte de su cubierta, sin que haya sido reparada.

“Cabría preguntarse por qué en estos 25 años no se ha cumplido el contrato que Aqualia mantiene con el Ayuntamiento”, sostiene VxP. Asimismo, indica que la compañía afirmó que el depósito de La Vera ya no es apto para almacenar agua potable y renuncia a repararlo, incumpliendo de esta manera el contrato de concesión del servicio “en cuya cláusula 23 se establece que la empresa concesionaria es responsable de la conservación y reparaciones de los daños y deterioro de las instalaciones”.

Según la oposición, tanto Aqualia como el Consistorio afirmaron que “hay un problema con la interpretación del contrato de concesión” que, para VxP, “lleva sin resolverse más de un año sin que se haya pronunciado el secretario municipal ni ningún juez”. Por ello, considera “injustificable la inactividad del Ayuntamiento en la defensa de sus vecinos y del servicio público, no haciendo valer el contrato para que la empresa asuma la conservación y la reparación de las instalaciones municipales”.