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Colas de madrugada

   

UTS BARRANCO GRANDE COLAS MADRUGADA

Varias mujeres esperan la apertura de la UTS de Barranco Grande desde las doce de la noche, en la madrugada del pasado miércoles. / FRAN PALLERO

YAZMINA ROZAS | Santa Cruz de Tenerife

Desde la medianoche ya se puede ver gente esperando en la puerta de la Unidad de Trabajo Social (UTS) de Barranco Grande para lograr ser de los afortunados que consiga uno de los 12 preciados números que, a las ocho de la mañana, se repartirán desde la oficina para poder ser atendidos ese mismo día.

Unas colas que, con el verano, se han ido formando cada vez más temprano, ya que con las vacaciones de los trabajadores sociales el número de personas que pueden ser atendidas en el día se reduce, lo que obliga a los usuarios a hacer hasta ocho horas de guardia, empujados por la desesperada situación económica que viven muchos de ellos, para poder solicitar las ayudas de agua, luz, comida o la Prestación Canaria de Inserción (PCI). Desde el Ayuntamiento afirman que están trabajando en varias vías para evitar esta situación.

La Corporación plantea poner más personal y cambiar el sistema para pedir citas

El presidente de la Asociación de Vecinos Siete Islas de El Sobradillo, Moisés Barreto, ha denunciado esta situación y exige que se vuelva a instalar el sistema de petición de citas que había antes, a través de un número de teléfono. “Y así la gente no tendría que hacer cola y madrugar tanto, porque se puede ver a gente mayor, e incluso con niños porque no tienen con quién dejarlos. Y encima cuando te dan un número a lo mejor no te toca que te atiendan hasta las 11 de la mañana cuando llevas allí desde las dos de la madrugada”, criticó. El presidente de la asociación afirmó que “hay mucha desesperación y necesidad” entre los vecinos del barrio y denunció los retrasos que están habiendo en el pago de la PCI. “La gente no tiene ni para comprar un bono de guagua para buscar trabajo porque no cobran la PCI. Nos ha llegado gente a la asociación que no tiene nada, se saltan las lágrimas de ver cómo vienen pidiendo ayuda”, afirmó.

Barreto criticó la gestión que hace el Gobierno de Canarias y el Ayuntamiento de Santa Cruz de esta prestación. “Para hacer un Carnaval sí hay millones pero para dar de comer a la gente no”, enfatizó.

Desde el Ayuntamiento, la concejal de Asuntos Sociales, Alicia Álvarez, reconoció que en este mes se registran más colas porque las vacaciones del personal y varias bajas “han hecho que estemos con los mínimos”, pero afirmó que “seguro que en septiembre se reducen” cuando se incorporen todos los trabajadores. Aun así, afirmó que tener que hacer colas de madrugada “no es digno para nadie” y que la situación es “terrible”, por lo que señaló que desde el Consistorio local se está trabajando en dos líneas para evitar estas esperas a horas tan tempranas.

MÁS PERSONAL

Por un lado, Alonso explicó que el problema de fondo es la falta de personal para atender todos los casos. “El ratio normal de atención por trabajador es de 6-7 personas diarias y nosotros lo tenemos en 12 más las urgencias. El personal está machado ya”, afirmó. Por lo que la edil añadió que, a pesar de todas las complicaciones económicas, ha pedido “a Recursos Humanos que busque la fórmula para contratar más gente, y creo que podremos hacerlo”, apuntó.

La segunda vía en la que está trabajando el Ayuntamiento es en un sistema de petición de citas con el que no haga falta que la gente tenga que acudir hasta la oficina, pero descartó la opción de la vía telefónica porque “la que hubo antes funcionó muy mal y hay que mejorarlo”. Señaló que espera tener una propuesta elaborada sobre el mes de octubre para “meterlo en los presupuestos de 2014”.

“Que el Ayuntamiento busque una solución porque no somos animales”

F. H. estuvo la madrugada del miércoles ocho horas a la puerta de la UTS de Barranco Grande para poder conseguir un número. “Me puse a hacer cola a las doce de la noche porque llevo casi dos meses yendo a coger número, a las cuatro, a las seis… y siempre hay ya más de 12 personas”, explicó. “O que den más números o que den cita por teléfono, que busquen una solución porque no somos animales”, enfatizó. Junto a ella, otras mujeres esperaban también en la calle bajo la lluvia, con quienes compartió agua, bocadillos e hizo turnos en un coche para descansar. “Esto es inhumano, había hasta una señora mayor que llegó a las tres de la mañana y otra de las noches vi a una mujer con un niño de siete años con una manta porque no tenía con quién dejarlo”, relató esta vecina de Barranco Grande.

Continuó explicando que, además, cuando logró que la atendieran, le requirieron que llevara “una serie de papeles”. “Y ahora el domingo tengo que volver a hacer cola a las doce de la noche para entregarlos porque no te dan cita”. “Y es que encima el lunes es el último día que atienden porque se van a cambiar de oficina a Los Majuelos y van a estar casi un mes sin atender”, relató.

F. H. denunció también que se tarden seis meses en conceder la PCI, que fue a solicitar, porque “¿de qué se come en ese tiempo?”, se pregunta.