X
un domingo cualquiera >

Fin de la cita – Por Gustavo Matos

   

Mariano acudió a rastras al Congreso. No fue de manera voluntaria. Lo hizo porque el PSOE anunció una moción de censura si no lo hacía después de haber bloqueado todas las solicitudes de comparecencia que los grupos parlamentarios habían formalizado. De tal manera, que sólo a través de ese instrumento extremo en la vida parlamentaria Mariano se decidió a salir de su hábitat ectoplasmático y manifestarse en sede parlamentaria ante los ciudadanos de este país. De todo lo sucedido no comentaré gran cosa pues todo ya está casi dicho y analizado. Los sondeos del CIS han además reflejado lo que piensan los españoles del caso Bárcenas y de como afecta a una trama organizada presuntamente por el Partido Popular para financiarse irregularmente durante más de veinte años. No puedo dejar de escuchar aquellas palabras de Aznar diciendo que el PP era un partido incompatible con la corrupción mientras le pedía a González que se fuera al tiempo que se repartían sobres con sobre sueldos.

Lo que resulta a mi modo de ver preocupante es que esta democracia que se ha quedado vieja en tan poco tiempo, cuyas instituciones se mueven al paso de un dinosaurio mientras la ciudadanía comparte información en tiempo real a la velocidad de un tuit, no tenga respuesta ni defensa posible en una situación en la que una mayoría absoluta controla con una potencia nunca vista antes en 30 años todos los mecanismos de control.

El forzar la situación hasta ese extremo para no comparecer y dar una explicación sobre las graves acusaciones del extesorero de su propio partido deteriora y embarra el clima político más allá de lo necesario en una situación de descrédito generalizado. Es una grave irresponsabilidad.

Pero como digo, que no haya mecanismo para que eso no suceda y que a la oposición sólo le quede la alternativa de tirar del arma más potente de la que pude echar mano pensada para situaciones extremas, es algo inconcebible.

Algo que más allá del caso concreto de Barcenas y Rajoy debe hacer pensar que o actualizamos las instituciones democráticas y sus sistemas de control o cada vez la distancia entre ciudadanos y sus representantes será mayor. (Fin de la cita)