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Sanidad aprueba un plan de salud sin consultar a los profesionales

   

JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife

Con cuatro años de retraso, sin consultar a los profesionales y sin ficha financiera. Sin despejar demasiadas incógnitas y a la espera de que se definan las cuantías económicas que se emplearán, la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias anunció ayer en una nota que ha aprobado el borrador del III Plan de Salud para el periodo 2014-2019, cuyo principal objetivo es lograr la innovación en la gestión del área y los servicios sanitarios en el Archipiélago.

Dicho plan, según asegura la consejería, “ha contado con la participación de los profesionales y los grupos de trabajo con ciudadanos” en las zonas básicas de las Islas, que han aportado su experiencia con los pacientes. Una afirmación que cuestionan desde el Consejo Canario de la Profesión Médica, que está formado por los presidentes de los colegios de médicos, los decanos de las facultades de Medicina y representantes de las sociedades científicas médicas. No en vano, el presidente de la organización colegial tinerfeña, Rodrigo Martín, se mostró muy sorprendido con el comunicado enviado por Sanidad, ya que en la última reunión del consejo con los responsables del departamento autonómico -en el mes de junio- la consejería se comprometió a consensuar el documento con los profesionales y sociedades científicas.

“A día de hoy no tenemos el borrador, por lo que no se puede hablar de que los profesionales hayamos participado”, explicó a este periódico Rodrigo Martín, quien consideró “ridículo” que anuncien que han aprobado un borrador “del que no sabemos nada”. En su opinión, en este momento “es un poco inadecuado aprobar un plan de salud, porque el Gobierno nacional ha pasado de los recortes a las reformas”. “Habrá que ver cómo se desarrolla la nueva normativa estatal, para plasmarla luego en el sistema canario”, agregó.

Según la Consejería de Sanidad, el plan de salud parte de la premisa de que “el mayor esfuerzo ha de orientarse a ayudar a mejorar las condiciones de salud de la población de Canarias y a avanzar hacia un servicio sanitario más integrado, proactivo, orientado a la ciudadanía y basado en las necesidades del paciente, trabajando en clave poblacional y con la participación de los profesionales y la ciudadanía”. Así, sus objetivos son “ayudar a que el actual modelo asistencial sea un sistema más integrado y proactivo; mejorar la capacidad del SCS a la hora de prevenir la enfermedad y promocionar y proteger la salud, además de desarrollar herramientas para la gestión de la información y del conocimiento”.

Asimismo, esta estrategia “promueve la colaboración con otras organizaciones, instituciones y departamentos del Gobierno de Canarias y del Estado para la utilización y desarrollo de instrumentos jurídico-administrativos y político-sociales para la acción participativa en el desarrollo de la salud”, insistió la consejería.

En cuanto al contenido y la metodología, que ya fue puesta en entredicho por el Consejo Ecónomico y Social (CES) en un dictamen emitido en 2010, la Consejería indicó que este plan establece “una respuesta institucional en coherencia tanto con la norma y principios establecidos en la ley, como con el escenario actual de incertidumbre por la crisis y su repercusión en la situación del sistema público”.

En opinión del CES, es justamente en materia de financiación y sostenibilidad financiera del nuevo plan donde se hallan “importantes carencias en cuanto a su concreción”. No en vano, en los Presupuestos de 2012 se consignaron 272.000 euros para el citado plan, una cifra superior a la prevista para este año, donde la partida apenas llega a los 259.000 euros.

Un instrumento estratégico “necesario”

Desde que en 2008 caducara el segundo Plan de Salud puesto en marcha por la Consejería de Sanidad, ninguno de los responsables políticos que han pasado por el departamento han logrado impulsar un documento que, según la Ley de Ordenación Sanitaria del Archipiélago, “es el instrumento estratégico necesario para la planificación y la coordinación de los agentes públicos y privados de la sanidad”.

En una comparecencia en comisión parlamentaria -a petición del PP- en mayo del año pasado, la consejera Brígida Mendoza no aclaró cuándo se llevaría al Parlamento el nuevo plan, aunque reconoció que antes había que adaptar el borrador al decreto de ajustes aprobado por el Gobierno central”. Desde entonces, y hasta ayer, la consejería no había vuelto a dar información sobre un plan que según el Consejo Económico y Social (CES) presentaba “lagunas económicas y financieras que impiden asegurar su sostenibilidad” e “importantes carencias en cuanto a su concreción”.

Según explicó en aquella comisión la consejera Brígida Mendoza, el nuevo plan incorporaría los problemas de salud de la población canaria y las actuaciones para hacerles frente, la organización de los servicios sanitarios, la territorialización de los planes de salud y la participación de profesionales y ciudadanos. “No es solo un documento sobre la situación de la salud y posibles mejoras, sino que el propósito es constituir un proceso de acción permanente”, indicó Mendoza, que fue duramente criticada por la portavoz del PP en materia sanitaria, Mercedes Roldós.