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El superordenador Teide estará funcionando en octubre

   

supercomputadora superordenador Teide ITER

La supercomputadora se ubica en el edificio del D-ALiX. / N.D.


NICOLÁS DORTA | Granadilla

El Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER) sigue dando cada año pasos importantes en la investigación y la innovación en una sociedad en constante cambio, donde es imprescindible contar con apoyo para dar a conocer buenas y nuevas ideas. Uno de los proyectos más importantes actualmente que se llevan a cabo en el ITER es el superordenador Teide, formado por más de mil servidores y cuyo funcionamiento estará listo para finales de septiembre, y su apertura oficial para octubre. Así lo asegura a DIARIO DE AVISOS Jesús Rodríguez Álamo, director del área de Ingeniería del Iter, que sigue de cerca los pasos de esta computadora. Será la segunda más potente de España (la primera llamada Mare Nostrum está en el Centro de Supercomputación de Barcelona). Teide también estará en la lista de las cien más potentes del mundo, asegura a este periódico Jesús Rodríguez.

Se trata de crear una tecnología aplicada a diferentes campos donde tanto entidades públicas y privadas puedan hacer uso de la misma, con una capacidad de operatividad mucho más rápida, y por lo tanto, con mayor eficacia para la investigación y los modelos de negocio futuros. Por ejemplo, para realizar un diseño de un coche o pruebas aeronáuticas hacen falta previamente superordenadores, explica el responsable del Iter.

“Podemos resolver problemas numéricos con aplicaciones prácticas con esa potencia combinada de cientos de ordenadores para investigación y donde en una situación normal se necesitaría mucho tiempo”. Usando algoritmos numéricos o máquinas como ésta es posible desarrollar esta ciencia aplicada. El supercomputador Teide también podría ser capaz de predecir el tiempo que haría en tres o cuatro días vista con una serie de cálculos que un ordenador cualquiera tardaría demasiado.

El proyecto comenzó en mayo de 2011 y se adjudicó a la empresa multinacional ATOS, que tiene sede en la islas. Los equipos son de la japonesa Fujitsu. El presupuesto ha sido de ocho millones de euros de los cuales dos ha puesto el ITER y seis millones provienen del Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España.

“El objetivo de Teide es poder disponer en Canarias de un producto de cómputo potente, que pueda dar respuesta a necesidades presentes y futuras a la comunidad investigadora canaria y de empresas que puedan desarrollar negocios basados en nuevo modelos de aplicaciones o de tratamiento masivo de datos”, comentó el director de Ingeniería del Iter.

Teide se presentará como un eje clave y viene completar la iniciativa D-ALiX que ha puesto en marcha el Cabildo de Tenerife. Lo que se pretende es dotar de una infraestructura de telecomunicación comparable a la que posee cualquier lugar avanzado en la investigación y nuevas tecnologías del mundo.

Por ello “se da un paso más a la economía basada en el conocimiento y lo digital de lo que tenemos ahora”, dice Álamo. “Esto se ha podido llevar a cabo gracias a que existe el ITER que ha actuado como promotor y financiador del proyecto”, añade.

El cable submarino hacía África y Europa, y el Centro de Datos (Data Center) son dos ejemplos ya palpables en D-ALiX, uno de los exponentes del Iter. La posibilidad de tener un punto de comunicación y conexión desde Tenerife hacia el mundo abre la puerta a un modelo de negocio desconocido pero con mucho futuro.

aplicación caídas Android

Aplicacion para dispositivos Android que detecta la caída del usuario. | DA

Detector de caídas en el móvil

El departamento que dirige Jesús Rodríguez Álamo ha desarrollado recientemente el fall detector (detector de caídas) para teléfonos móviles smartphones, con sistema operativo Android,que permite detectar caídas en el usuario y enviar un mensaje SMS a un número que previamente se haya establecido como contacto, así como la localización del mismo.

Para desarrollar esta aplicación, que se puede descargar de manera gratuita en Google play, los investigadores del ITER han realizado pruebas, en última instancia, con un practicante de artes marciales, observando la intensidad de cada caída y haciendo más fiable cuándo se activa en el teléfono móvil.

“Hemos desarrollado unos algoritmos que permiten al teléfono saber cuándo se ha caído la persona que lo lleva”. “A partir de los datos que nos da el teléfono podemos ver la localización y la caída”, dice el experto. Existen tres niveles de sensibilidad, como la alta (enfocada a personas mayores); medio (para gente que camina por la calle) y baja (que emite un aviso para las personas que podrían hacer deportes de riesgo o que van en moto). El dispositivo se activa y comienza una cuenta atrás. Si estás bien la puedes parar pero si no, cuando termina al contar ejecuta el mensaje de texto. El fall detector ha sido mostrado a asociaciones como Cruz Roja y tiene más de mil descargas en la página web de Google. Lo que comenzó en principio como una investigación interna, para el personal del ITER, puede convertirse en una utilidad práctica para cualquiera, sobre todo muy útil en personas mayores dependientes. Solo hay que descargarla.