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El chiringuito que funciona con el sol

   

chiringuito Las Salinas Playa de las Americas autosuficiente

Chiringuito Las Salinas en Playa de Las Américas. | DA

NICOLÁS DORTA | Arona

Tomar un mojito casi a la orilla del mar ya es posible en Playa de Las Américas gracias al chiringuito Las Salinas, que ha montado Tomás Calderón. Esta persona llegó hace 17 años a Tenerife desde un pequeño pueblo entre León y Astorga, Veguellina de Órbigo, al que regresa dos veces al año para ver a los suyos. Tras varios trabajando en el sector de la construcción, llegó a tener una empresa que fabricaba muros de piedra para grandes obras, carreteras y autopistas, como en la carretera de Fuencaliente, en La Palma, hasta que la situación de crisis le arrastró al paro.

Pero Tomás, lejos de quedarse quieto lamentándose comienza a pensar hasta que consigue la idea: cambiar el chip, dedicarse al turismo y hacer un chiringuito que genere en menor coste posible, sea respetuoso con el medio ambiente y que pueda tener beneficios.

A pesar de lo que cuesta instalar un negocio de este tipo, lo ha conseguido gracias al permiso otorgado por Costas, ya que ubica su local en las inmediaciones el paseo marítimo en Playa de Las Américas, rodeado de esculturas que miran al horizonte, una pasarela de madera y con la estampa asegurada de la puesta de sol.

Tomás Calderón chiriguito Las Salinas

Tomás Calderón es un empresario que llegó hace 17 años a Tenerife y, tras un época en la construcción, ha decidido apostar por el turismo montando un negocio autosuficiente. / DA

Tras mirar un par de sitios, Tomás vio en el paseo marítimo de Las Américas un lugar ideal, por donde transitan cientos de turistas y residentes a diario. Costas le dio el permiso y en un primer momento el Ayuntamiento de Arona se lo denegó, pero 50 días después, fuera de plazo. Relata que Costas ve que la negativa no es procedente y finalmente le conceden la licencia temporal por un año. El hecho de tener que disponer de una instalación de agua y luz frenaba el proyecto de este empresario. Finalmente la idea de hacerse autosuficiente, con placas solares y un motor de apoyo, permite tener la licencia de actividad de bar cafetería y cumplir con el objetivo.

El alta cumple con los permisos y ha pagado unos 600 euros de basura más 1.200 de la licencia de café bar. Con la licencia ha tardado mes y medio en montarlo.

Hace menos de diez días que Las Salinas funciona. Los fines de semana vende cócteles con fruta natural y entre semana, refrescos, café, perritos calientes y está a la espera de los helados.

Una caña la tiene a 1,50 euros, una jarra a tres. “Son precios tanto para los turistas como para la gente que vive aquí, quien igualmente se merece tener un espacio donde disfrutar”, dice. “Los precios que hay en esta zona solo son para turistas, pero este local permite consumir a precios razonables”, añade.

El chiringuito es un antiguo contenedor. Tiene placas solares, desagüe químico y depósito de agua con capacidad para 1.500 litros. Ademas, está alimentado por unas grandes baterías que cargan la energía del sol.Todo es desechable: los vasos, los platos. Todo menos la idea de Tomás.