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BOXEO

El gimnasio de las 2.500 historias

   

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Manuel Povedano y Cheick Dioum, antes de un combate en el torneo Futuros Campeones. / SERGIO MÉNDEZ

JUAN S. SÁNCHEZ | Santa Cruz de Tenerife

No hay descanso, no hay vacaciones, sólo trabajo, trabajo y trabajo. Esa es la única fórmula que manejan en la Escuela de Boxeo de Arona que dirige Manuel Povedano desde 2004. A punto de cumplir los diez años de actividad, el centro deportivo que más éxitos le ha dado al municipio sureño en la última década, sigue fiel a su idea de educar y construir deportistas apartándolos del camino hacia el lado oscuro e integrándolos en una familia donde se comparten los buenos y los malos momentos.

En la base de datos de la escuela hay ya registrados más de 2.500 perfiles, todos con su historia personal, con decenas de nacionalidades y diferentes costumbres, pero unidos por el respeto y el amor al boxeo. En época de recesión, el gimnasio sigue dando resultados. El último, el más exitoso de todos los logrados hasta ahora, el Campeonato de España profesional del peso semipesado que logró Adasat El Toro Rodríguez, un púgil rescatado por el boxeo de lo más profundo de la calle cuando iba camino de convertirse en otro despilfarro social.
Adasat es la punta del proyecto de Manuel Povedano y familia. Detrás suyo hay mucho trabajo, mucho esfuerzo físico y económico, el mismo que han puesto gento con el talento de Sandro Domínguez, dos veces campeón de España amateur en categoría júnior y campeón del exitoso torneo Futuros Campeones que organizó la empresa Rock&Box junto a Marca Tv y a la promotora Maravillabox. El adejero es una de las firmes promesas del boxeo canario y va camino de hacer carrera dentro del pugilismo profesional. Sandro también podía haber acabado en la calle pero la mediación casi paternal de Manuel Povedano le desvió hacia el deporte.

Y eso que la labor de la Escuela de Boxeo de Arona no ha sido fácil. Han sido muchas las zancadillas que le han intentado poner en su trayectoria, una de ellas, con la cantidad de 3.000 euros de fondo que le pedía la antigua directiva del CD Marino por hacer veladas ya fuera en el local donde está ubicado el gimnasio o en el campo anexo al Antonio Domínguez. Eso ha ralentizado la organización de eventos boxísticos en el municipio amén de las inspecciones de trabajo, que inauguraron su actividad con el deporte de las 16 cuerdas visitando una velada organizada por la propia escuela, algo que posteriormente se convertiría en costumbre.

Orestes Molina, multicampeón de España amateur y Alejandro Torres, que cumplió su sueño de alcanzar el oro en los campeonatos nacionales en este 2013 después de tres subcampeonatos, son otros de los ilustres miembros de la comunidad boxística del club en el que se han dado casos como el de Cristian Javier, un adolescente que llegó al gimnasio pesando 109 kilos con 14 años y se proclamó campeón de España cadete y júnior tras quitarse una mochila con 35 kilos de lastre.


El talento de Seif

Nadie sabe su paradero actual pero todos lo recuerdan como un boxeador con un talento natural para el deporte… y las fechorías. Sagaf Seif fue recogido por Manuel Povedano cuando no sabía leer ni escribir y tampoco contar. Aquel joven marroquí iba para figura o para presidiario. Solía sustraer alimentos en las tiendas de Arona donde los dependientes hacían el visto bueno porque Manuel pasaba por la parte y pagaba el importe de lo sustraido.

Un error burocrático le dejó sin boxear durante unos campeonatos en Lanzarote y a la vuelta se acabó su carrera. Seif y unos compinches robaron varias mochilas cargadas de hachís que pertenecían a un traficante, la policía lo detuvo y fue a prisión donde se le perdió la pista.

El caso de Selen Agoudi, nacido en Mali y llegado a Tenerife a bordo de una patera cuando contaba con 12 años de edad es otro dentro de las miles de historias personales que hay escondidas dentro del local. Selen encontró refugio en el boxeo y pese al revés de una derrota por fuera de combate el día de su debut, ha seguido trabajando y lleva una trayectoria ascendente.
La penúltima de las historias emotivas del gimnasio tiene que ver con dos hermanos de corta edad que fueron secuestrados en Torrelaguna (Madrid) en 2011 y a los que su captor tiró a un pozo del que fueron rescatados. Tras cambiar de residencia y afincarse en Tenerife, los niños, previa recomendación de los servicios sociales, acabaron entrenando con Manuel Povedano y han superado aquel trauma.

Pocas de cal, muchas de arena

La trayectoria de la Escuela está plagada de tropiezos, pero también de alegrías y, algunas veces de reconocimiento. Como nadie es profeta en su tierra, el reconocimiento ha llegado casi siempre de fuera y en varias ocasiones de grandes figuras del boxeo mundial como Sergio Maravilla Martínez, Ricky Hatton y Jamie Moore, los dos últimos, asiduos visitantes del gimnasio. El campeón mundial hispano argentino dejó y se llevó muy buenas sensaciones y amistades de su primera visita a Tenerife cuando vino para dar un seminario en la escuela. De los peores recuerdos que quedan en el gimnasio está la vez que el matrimonio Povedano perdió una elevada suma de dinero tras organizar una velada profesional que no tuvo el respaldo esperado. “Nos dan palos y no aprendemos”, sentencia Manuel.