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El honor del Cabildo – Por Pedro Fernández Arcila

   

Ricardo Melchior se despide de la presidencia de la institución insular nombrando hijo adoptivo de la isla a Juan Padrón Morales, vicepresidente de la Federación Española de Fútbol. La banda del Sr. Melchior le ha dado el tratamiento de ilustre a una persona que ha defraudado a Hacienda, utilizado dinero ajeno para llevarse a sus familiares a los mundiales de Corea-Japón y otros viajes internacionales, suscrito un contrato con una conocida marca deportiva que establecía sobreprecios en el material deportivo al que estaban obligados a comprar los miles de equipos federados de todas las categorías que existen en el Estado. Mientras la multinacional se forraba con este negocio redondo, entregaba cientos de miles de euros al hijo del hijo adoptivo mediante un simulado contrato de publicidad con el que la marca deportiva le encargaba una campaña internacional de promoción a una televisión local regentada por el hijo del hijo adoptivo.

No me sorprende la decisión de la gerontocracia insular porque, en gran medida, Ricardo Melchior culmina con este acto una larga trayectoria caracterizada por dedicarse en cuerpo y alma a reforzar la política clientelar que la institución insular viene soportando desde antes de la democracia. Tampoco me ha sorprendido ver en la prensa digital el aplauso entusiasta del socialista Aurelio Abreu, más bien me resulta una instantánea muy conseguida del rotativo canario porque con esa foto se resume lo que en estos dos años se ha convertido el PSOE tinerfeño: tocadores de palmas en el tablao flamenco de CC.

Sin embargo, lo que sí me ha llamado la atención es que en esta Isla, que siempre se ha caracterizado por contar con un sector de la sociedad dinámico y reivindicativo, nadie haya puesto el grito en el cielo con este nombramiento. Estoy convencido que con un gesto cívico de protesta restauraríamos el honor del Cabildo.

*CONCEJAL DE SÍ SE PUEDE EN EL AYUNTAMIENTO DE SANTA CRUZ