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Nuevo curso, los mismos problemas

   

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Parking público Candelaria / DA

NORBERTO CHIJEB | Candelaria

El otoño político en Candelaria se presume calentito, por si ya no lo estuviera durante las otras tres estaciones. La vida política en la villa marina está revuelta y hay quien apunta que en este curso, penúltimo antes de regresar a las urnas, los socialistas, con José Gumersindo García Trujillo a la cabeza, se juegan muchas bazas para seguir o no en el gobierno en la primavera de 2015.

Desde que llegara al poder en 2002, fruto del desencuentro entre Coalición Canaria y Partido Popular, el actual alcalde de Candelaria ha ganado las tres elecciones celebradas con mayoría absoluta, algo desconocido hasta entonces en la Villa Mariana.

Con él el municipio, en 2008, llegó alcanzar casi 25 millones de euros de presupuesto, a un millón por cada mil habitantes. Sin embargo, el final del boom inmobiliario, hizo que un año después se rebajara las previsiones en casi cuatro millones y hoy, con un presupuesto prorrogado, hablamos de poco más de 18 millones de euros, cuando la población sigue estancada en torno a los 26.000 habitantes.

La escasa capacidad de maniobra que le deja ahora el Gobierno estatal y le considerable disminución de ingresos -la construcción ha caído en picado, en territorio de Promotora Punta Larga- han impedido que se culminen muchos de los planes previstos en el programa electoral de los socialistas -la gran playa y la nueva plaza de la Patrona tendrán que esperar- y aunque la política de austeridad ha comenzado a dar sus frutos -1.345.189 euros de beneficios en 2012 que contrasta con el remanente negativo de 3.670.708 euros- las necesidades sociales han sido de tal calibre que han aumentado las ayudas a más de trescientas familias que no tienen ningún tipo de ingresos económicos.

Pero sin embargo, esa política social, no ha convencido a la oposición, quien ha criticado que sea precisamente la concejala de Servicios Sociales -de profesión enfermera- la que más cobre del Ayuntamiento, por encima del propio alcalde, aunque por debajo del gerente municipal y de su homónimo en Epelcan (Empresa Pública de Candelaria), a quienes se les ha puesto en el ojo del huracán, hasta el propio secretario municipal.

Éste, Octavio Fernández, se convirtió en protagonista en mayo cuando sorprendió a propios y extraños trancándose literalmente en su despacho, como él mismo dijo, al denunciar acoso por parte del personal de la Alcaldía a la vez que denunciaba la desaparición de distintos documentos, muchos de los cuáles parecieron en un pendrive del portavoz del PP, que pese a ser expulsado de su partido, sigue ejerciendo como tal. Es este, el del pendrive, otro asunto que se tiene que dirimir en los juzgados, como el conocido como el caso parking, que pudiera quedar cerrado el día 20 cuando el alcalde declare en calidad de imputado por prevaricación en Güímar, tras ser denunciado por dos vecinos de Cho Vito.

El mal estado de las zonas de baño

El mal estado de la costa del municipio de Candelaria es uno de los asuntos que más preocupan a los ciudadanos de la villa, porque ni siquiera la inconclusa playa de Punta Larga a venido a solucionar la escasez de litoral de baño en un municipio turístico que recibe dos millones de visitantes al año y que ahora mismo tiene la playa más cercana a la Basílica cerrada por recomendación sanitaria -hay quien se baña, pese a la prohibición- y otras muchas soportan la fuga de emisarios submarinos que dejan un mal olor considerable, como ocurre en Punta Larga y Las Caletillas.

También el agua potable: mal servicio de Aqualia y más caro.

Y qué decir del agua de consumo. En Candelaria, lo dicen los cosecheros, la pipa es la más cara de la comarca tanto que ya se piensa en la necesidad de la desalinización. Pero cara también es el agua de consumo humano, que este mes sube un 18,8% por sentencias favorables a Aqualia por la negativa municipal a subir en cuatro años el precio del agua. Ahora, cuando más quejas hay sobre el mantenimiento de Aqualia y las continuas fugas -ejemplos a diario en la calle Vence- muchas voces se levantan para que no se renueve en 2014 la concesión a Aqualia.

Denuncias ante el Juzgado; la última por el ‘parking’ público.

Y a los problemas que preocupan a los vecinos -como el agua y las playas- hay otros que pasan más desapercibidos para la población pero igual de importante y a veces hasta más trascendentes, porque el hecho de que el Ayuntamiento esté metido muy a menudo en el Juzgado no debe ser buena señal. Este mes, el alcalde deberá presentarse en Güímar para declarar sobre la utilización de un terreno en dominio público como parking rotatorio de pago. Hasta ahora no tiene concesión de Costas, pero todos entienden de la bondad de esos aparcamientos.