X
fútbol > tercera divisón

Pablo se arrepiente y pide perdón

   

pelea final partido Tenerife B-Marino

Los incidentes en la grada de la Ciudad Deportiva tuvieron repercusión nacional. / TIEMBLAHELIODORO

DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

El día después de los desagradables incidentes que tuvieron lugar el pasado domingo en la Ciudad Deportiva de Geneto-Los Baldíos, tras la finalización del Tenerife B-CD Marino, estuvo cargado de arrepentimientos, excusas y lamentaciones. Pablo Barroso, jugador marinista y principal protagonista de esta triste historia, pidió perdón por golpear a un aficionado, mientras que la directiva de su equipo decidió suspenderlo cautelarmente.

En diversos medios de comunicación, el defensa del club de Los Cristianos explicó que el altercado tuvo su origen desde el momento en que le estaban insultando gravemente desde la grada. “Mi hermano había tenido un roce con un jugador del Tenerife, y a raíz de esa jugada fue cuando empezó todo. Durante el partido, dos señores, padre y tío de un jugador del Tenerife B, se dedicaron a insultar y, al final del partido, se pusieron a insultar gravemente a mi hermano. Yo se los recriminé y sin mediar palabra empezaron a golpearme. Mi padre me pudo quitar de encima a uno de ellos, pero el otro siguió golpeándome”, explicó, a Radio Marca Tenerife, José Barroso, el hermano de Pablo, uno de los que se vio envuelto en esta trifulca desde el inicio. “Me arrepiento, pero lo hice de manera instintiva”, se excusa el futbolista, que espera a la sanción que le impondrá el jueves la Federación.

El zaguero, y su familia, no se consideran los agresores. Todo lo contrario. Se muestran dolidos por los comentarios que los señalan, ya que aseguran que fueron los familiares del jugador del Tenerife B los que iniciaron la pelea. De momento, quien ya ha tomado cartas en este turbio asunto es la junta directiva del CD Marino, que se reunió ayer de forma extraordinaria y urgente.
A continuación emitieron un comunicado de prensa en el que “dada la gravedad de los hechos acontecidos” en el terreno de juego blanquiazul, “nuestro club califica de grave la reacción de nuestro jugador Pablo”, por lo que decide abrirle la instrucción urgente de un expediente disciplinario interno, nombrando instructores del mismo al jurista José Miguel Morín y al secretario del club, Javier Reyes. Además procedió de forma inmediata a la suspensión cautelarmente sus funciones del jugador, como mínimo hasta que se resuelva el citado expediente disciplinario interno. “Así mismo, el Club Deportivo Marino reitera de forma contundente e incondicional su apuesta por el juego limpio y la deportividad en todas las facetas del deporte, rechazando y actuando ante cualquier manifestación de violencia e intolerancia que se produzca en los campos de fútbol”, añade la comunicación de la entidad que dirige Paco García Santamaría, que además, en una nota aclaratoria posterior, quiso agradecer la “ayuda y colaboración” que prestó José Luis Betancor Suárez, padre de un jugador del CD Tenerife.

“En todo momento medió e intervino en la separación de las personas que intervinieron en dicho altercado, consiguiendo paliar la situación y que la misma no obtuviera mayor dimensión”, refleja la nota marinista.

Otra voz que se levantó a favor del futbolista fue la de Julio Durán, técnico del Marino. “No podemos justificar la reacción de nuestro jugador, que tendrá una lógica sanción. Hay unas normas y todos tenemos que acatarlas como deportistas que somos”, dijo, pero entiende que la del futbolista fue una reacción humana: “el jugador ve que están agrediendo a su hermano y, aunque no tiene justificación posible, tenemos que pensar lo que haríamos todos si vemos que le están pegando a nuestro hermano en la grada”, explicó.