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¿Por qué no nos hablan claro? – Por Juan José del Pino

   

Somos el único sector que suma apoyos, mociones, proposiciones no de ley, plan estratégico, discursos crédulos y demás charangas. Sin embargo, lo único que tenemos es sólo eso: palabras y ni un solo hecho (por quién doblan las campanas).

Pensarán los responsables políticos que han hecho un trabajo importante con el sector del tomate canario. Lo último, la aprobación de una proposición no de ley por unanimidad de todas las fuerzas parlamentarias (CC, PSOE, PP, NC).

Pero a día de hoy seguimos sin tener el dinero de las inversiones que hemos realizado y del transporte que hemos pagado, que, tanto la UE como los gobiernos central y regional, nos confieren con diferentes programas.

Que yo sepa, no conozco a ningún otro sector ni cultivo en Canarias que haya tenido tantas muestras institucionales de solidaridad como el del tomate. Imagino que estos otros sectores, ni por asomo, estarán descapitalizados ni habrán dejado de recibir sus dineros.

Parecemos los perretosos y los plañideras de la agricultura canaria. Es nuestro particular estigma. Pero no es así. Hemos dialogado, consensuado y negociado. Constantemente nos cambian las reglas del juego a mitad de la partida. Así es fácil adivinar el resultado.

Nunca han sido conscientes de los puestos de trabajo que mantiene este sector, que ha aguantado el bandazo de la crisis como ningún otro. Seguimos en la brecha a pesar de la caótica situación que se puede demostrar oficialmente. Los incumplimientos nos acercan cada día más a un paso de la concursal, al particular festín de otros carroñeros. Con palabras no pagamos ni deudas, ni impuestos, ni salarios.

Y no estamos pidiendo más que otros. Solo lo que nos pertenece, más control a la picaresca, el ajuste de las desigualdades sociales y de formación, y en tiempo y forma como a los otros…

A veces me pregunto si en Canarias tenemos una agricultura de primera y otra, no ya de segunda, sino de tercera clase.

Señores políticos: así sólo progresan algunos. Así terminan con una actividad, que, teniendo una reputación histórica, ha venido a menos precisamente por esa forma de gestionarla.

No sólo es injusta e inmerecida, sino que entre canarios es desleal lo que ustedes están haciendo. No sigan gastando más recursos en estos paripés. Tengan un mínimo de decencia y díganlo claro: no les interesa un tomate, este sector. Que se siga desangrando hasta la extenuación; esa parece ser la estrategia. Pero si piensan o creen que va a ser así de sencillo, van mal encaminados.

La salsa que le queda a este sector del tomate salpicará y pringará mucho, no lo duden. ¿Perder? Lo tenemos casi todo perdido, pero los 125 años que nos avalan, de los que les recordamos a muchos que gracias al tomate hoy están donde están, nos han dado fuerza, valor y coraje para resistir esta lucha con dignidad, algo de lo que ustedes andan bastante escasos.

No se les ocurra pensar que en el final de la película el muerto es el asesino. Bien que se arrimaron al tomate cuando iban bien.

Juan José del Pino es PRESIDENTE DE LA COOPERATIVA COAGRISAN