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ANÁLISIS > LA CRISIS Y SU IMPACTO EN ACTIVIDADES PRODUCTIVAS EN CANARIAS

La ruina de la construcción

   

CONSTRUCCIÓN

Imagen de archivo de un edificio en fase de construcción, en el Archipiélago. / DA

ROMÁN DELGADO | Santa Cruz de Tenerife

Explosión de la burbuja inmobiliaria, quizás con mucha más onda expansiva en Canarias, junto a crisis económica profunda y prolongada muy bien servida desde finales de 2008, el año de consenso sobre el inicio de la recesión económica que aún afecta a España y dentro de ella a la Comunidad Autónoma de Canarias.

Desde aquel año, el sector isleño de la construcción se ha ido desplumando a ritmo frenético, hasta perder al cierre de 2012, según datos oficiales servidos por el Instituto Nacional de Estadística en su Contabilidad Regional de España, casi el 40% de la riqueza que aportaba al Producto Interior Bruto (PIB) regional a precios de mercado en el año 2008, lo que ha significado pasar de generar 4.757 millones de euros al año a 3.053 en el año pasado, con una pérdida superior al 36%.

Las razones de la debacle son complejas, pues a la caída del conocido como boom inmobiliario desde finales de 2008 se han ido añadiendo otros factores que han jugado en contra, como ejercicios con comportamientos débiles del turismo en Canarias (años 2009 y 2010) y el retroceso escalofriante de la inversión pública en infraestructura, lo que ha tenido que ver con la elección realizada por el Gobierno central, en especial por los mandatarios del país, para remontar tal hundimiento macroeconómico: el control a muerte del déficit público y los correspondientes ajustes presupuestarios.

Así las cosas, el sector de la construcción en Canarias se ha dejado por el camino, en un quinquenio, de 2008 a 2012, casi 2.000 millones de euros de lo que era su aportación al PIB regional, que es mucho perder. Ello viene a significar, si se hace un examen tomando como base 100 el PIB regional de la construcción en 2008, que este grupo de actividades ha pasado de 100 en 2008 a 68,2 en 2012, esto es, con la pérdida de casi 32 puntos en cinco años.

Como consecuencia de tal parón de la construcción, y se puede decir que ha sido en seco, con una secuencia de decrecimiento continuo de menos 13,3% entre 2009 y 2008, de menos 11,1% entre 2010 y 2009, de menos 8,6% entre 2011 y 2010 y de menos 8,9% entre 2012 y 2011, la tasa de paro en las Islas ha subido como la espuma.

COMO NINGÚN OTRO

Para ver el impacto de la gran crisis de la construcción dentro de la recesión económica regional, no hay más que observar el empleo total destruido en el cuatrienio 2008-2011, cuando se transitó de 105.300 puestos de trabajo dependientes de forma directa de la construcción en Canarias, esto en 2008, aún en la misma gloria, a los 55.300 del año 2011, lo que ha significado que la crisis en este sector ha forzado que 50.000 personas hayan tenido que apearse del carro del progreso, la tenencia de un puesto de trabajo, debido la honda recesión que ha vivido y vive el sector de la construcción en el Archipiélago.

El comportamiento económico de la construcción en los últimos cinco años en el Archipiélago no tiene símil en otro sector en las Islas.

Sólo se parece en algo su caída portentosa del 13,3% a la de la industria en el año 2009, cuando esas actividades sufrieron un revés que significó retroceder el 10%. Este comportamiento es el más parecido al de la construcción para el ejercicio de 2009, y no hay más que sea comparable.

El derrumbe de la construcción en Canarias se escenifica con absoluta y demoledora claridad en la evolución de los datos de aportación de este sector al PIB regional. En el año 2009, la construcción daba a las Islas el 11,1% de su riqueza total, mientras que en el año 2012 esa aportación de dos dígitos pasó a uno, con el 7,2% y la pérdida de nada más y nada menos que cuatro puntos en el PIB de las Islas.

Hoy en día, las actividades productivas relacionadas con el sector de la construcción, tras el frenazo en seco de la vivienda y de la inversión en obra pública, se concentran en las tareas de rehabilitación y de reforma de viviendas y recintos de uso turístico, principalmente. Como consecuencia de la explosión de la burbuja inmobiliaria y de la escasez, por no decir ausencia plena, del crédito privado para empresas y compradores potenciales, muchas de las entidades del sector se han visto obligadas a cerrar o a entrar en procesos concursales, con efectos nefastos en la generación de riqueza y mucha destrucción de empleo, personas estas que luego han tenido una difícil, casi imposible, recolocación debido a cuestiones de edad, de formación y de versatilidad para la recolocación.

En estos momentos, tal y como ha informado la patronal Fepeco, el futuro en Canarias pasa por la rehabilitación, por la reactivación de la inversión en obra pública y por la apertura del crédito privado por parte de la banca.

Obra pública

Fepeco y lo que está parado en Tenerife. Las obras públicas “están completadas casi al 90% en otras Islas, mientras que en Tenerife no se llega al 20%. La vía de cornisa de Santa Cruz lleva más de 20 años adjudicada y no se ha hecho nada; el túnel previsto desde el Cabildo insular hasta el Náutico; la conexión Norte-Sur por la llamada vía exterior; el puerto de Granadilla; el parque marítimo de Puerto de la Cruz. En Tenerife no se ha hecho ni el 20% y, sin embargo, en otras Islas vemos que se están desarrollando infraestructuras muy importantes”, dijo en una entrevista reciente con el DIARIO el presidente de la patronal de la construcción Fepeco, Antonio Plasencia.