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Se buscan delincuentes e informadores – Por Sergio García de la Cruz

   

Lord Ashcroft es una persona interesante, multifacética y un gran aficionado de las cuestiones de índole militar, aunque su vida trascurre entre la política y los negocios internacionales. También es escritor y, lo más importante, un gran filántropo, de esto no hay duda. La Real Academia Española define el término como: “la persona que se distingue por el amor a sus semejantes y por sus obras en bien de la comunidad”. Pero, ¿qué hace exactamente Michael Ashcroft?

Nacido en Chichester (Londres), a sus 67 años es una de las personas más ricas de Reino Unido. Esto por supuesto le da un respaldo financiero importante para embarcarse en muchas de las labores que de forma altruista que realiza. Una de ellas es la puesta a disposición de los ciudadanos de medios telemáticos para comunicar de manera anónima de cualquier tipo de delito o incidente. Se trata de una organización benéfica que ayuda a la policía en la localización de delincuentes buscados y en la resolución de crímenes, pero aún hay más, si la información que das tiene sus frutos tendrás una recompensa monetaria. Esto unido a la garantía total del anonimato bajo medidas muy estrictas ha garantizado que su proyecto surgido en el año 1988 sea todo un éxito.

Esta asociación independiente recibe más de mil llamadas al día; y está continuamente lanzando campañas de educación para evitar delitos como la trata de blancas, el fraude, etc., e incluso para concienciar a los más jóvenes sobre el peligro de las drogas. Su última campaña se basa en poner freno a una serie de atracos en oficinas postales y para ello ofrecen una recompensa de unos 25.000 euros. ¿Cómo conseguimos que las personas con mala fe usen este sistema de un modo malicioso? Bien, si esto ocurriese se volverían en su contra y entonces sería él el delincuente.

Gran Bretaña se ha tenido que enfrentar varias veces a grandes disturbios producidos por intervenciones policiales y en los que se han visto afectadas personas de raza negra. Uno de estos disturbios ocurrió en 1985, en el cual fue asesinado Keith Blakelock, un policía de cuarenta años de edad con número de placa 176050 y con apenas cinco años de servicio, padre de tres hijos. Fue brutalmente agredido por una turba enfurecida. Su misión era proteger la intervención de los bomberos, pero, se vieron sorprendidos por un grupo de unas cincuenta personas teniendo que retirarse rápidamente, pero Keith tropezó y cayó, siendo alcanzado. Murió de una manera salvaje: recibió más de cuarenta puñaladas, cortes infligidos por machetes, numerosos golpes producidos por bates de beisbol, incluso encontraron un cuchillo de quince centímetros totalmente enterrado hasta la empuñadura en su cuello. Este fue el origen del actual proyecto, Ashcroft quedó tan afligido que ofreció una suma considerable para quien ofreciera información sobre los asesinos. Hoy en día siguen deteniendo personas por este triste suceso, el último fue un joven que tenía dieciséis años en el momento del asesinato y el cual será juzgado en el 2014.

La asociación mantiene estrechas relaciones con España ya que nuestro país ha sido un refugio muy atractivo para delincuentes, en este caso británicos. Todo esto ha ido cambiando a partir del año 2002 debido a la aprobación del Consejo Europeo de la Orden de Detención Europea y a los Procedimientos de Entrega o Euroorden entre los Estados miembros.

www.sergiogarciacruz.com