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Una calle para…

   

Inauguración de la calle Adán Martín. | SERGIO MÉNDEZ

Inauguración de la calle Adán Martín. | SERGIO MÉNDEZ

NATALIA TORRES | Santa Cruz de Tenerife

Una calle, una plaza, un medalla de oro (o de plata), corbata de honor o, incluso, ser inhumado en el panteón de Personas Ilustres de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife son algunas de las 19 formas que recoge el Reglamento Especial de Honores y Distinciones que puede otorgar el Ayuntamiento de la capital a propuesta de la propia institución, sus concejales, vecinos o empresas, siempre y cuando el pleno municipal así lo apruebe. Eso es lo que sucedió con el último de los homenajeados por esta ciudad, el expresidente del Gobierno de Canarias y ya fallecido, Adán Martín, que la semana pasada recibió el reconocimiento de la ciudad que dio su nombre a una calle en Cabo Llanos. Esta decisión, en concreto, además de ser aprobada en pleno, obedece a otra previa, también en sesión plenaria, de homenajear a todos los expresidentes del Gobierno de Canarias.

Visto el Reglamento de Honores, cualquier persona que obtenga el apoyo del Ayuntamiento, eso sí, cumpliendo unos trámites previos, puede acceder a contar con alguno de los honores que se recogen en la citada normativa municipal. Así, en el artículo 24, se establece que, para las iniciativas que sólo piden la concesión de honor, sin especificar cuál sea éste, se establece que cuando se solicita para una persona física, la petición debe estar respaldada por un número de concejales que suponga la mitad más uno de los miembros de la Corporación o un mínimo de 100 vecinos del municipio, o de cinco entidades asentadas en la ciudad. Además, cada uno de los tres grupos deberá actuar, para la viabilidad de la propuesta, con el apoyo expreso y debidamente acreditado de los otros dos.

Esto solo es el camino para admitir a trámite el expediente de honores, ya que una vez que el pleno dice que sí, el siguiente paso es nombrar una comisión y un concejal instructor, que serán los encargados de gestionar la propuesta, una función que es desarrollada por Protocolo. Aunque se cumpla con todos los requisitos, y se consiga volver al pleno con el expediente para su aprobación definitiva, esta debe ser aprobada por mayoría absoluta y no por mayoría simple como ocurre con la apertura de expediente. A veces, incluso ni siquiera llega a pasar este último trámite, como ocurrió con los honores impulsados por el concejal Hilario Rodríguez para rendir homenaje a Antonio Cubillo y que fue rechazado por el pleno.

Expedientes en marcha

La normativa establece que el Ayuntamiento tiene seis meses para resolver las propuestas aceptadas. Así, en estos momentos y según los datos proporcionados por el Área de Protocolo, son cinco los expedientes que se encuentran más cerca de su finalización y que afectan a Manuel Vera Álvarez (concejal durante cuatro legislaturas), Miguel Velázquez Torres (boxeador), Juan Padrón Morales (presidente de la Federación Tinerfeña de Fútbol), el Colegio de Arquitectos de Canarias y la Real Academia de Bellas Artes de San Miguel Arcángel. Entre las que están concedidas y pendientes de materializar figuran la entrega de la Medalla de Oro a Caja Rural de Tenerife (Cajasiete), los honores a Carmelo García del Castillo, miembro destacado de Protección Civil, y por último los honores y distinciones concedidas a los presidentes de la Junta de Canarias (en la etapa preautonómica): Alfonso Soriano Benítez de Lugo, Francisco Ucelay y Vicente Álvarez .

Franco fue Hijo Predilect
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Entre las curiosidades que se pueden encontrar en los honores concedidos por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife está la de Hijo Predilecto al dictador Francisco Franco, distinción que fue retirada en 2009 a petición del PSOE. Otros Hijos Predilectos son Manuel Monzón o José Eugenio Pérez de Ayala. Como Hijos Adoptivos de la ciudad también están el escritor ya desaparecido José Luis Sampedro o el escultor lagunero Carlos Pinto Grote. Una variación de esta distinciones y que es propia de la capital es la de Hijo Benemérito, que ostenta el médico Carlos Díaz Cejudo.