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Comer sano y barato

   

NORBERTO CHIJEB | Candelaria

“La comida es estupenda y baratita, que es lo bueno”, comentaba Isabel Delgado, vecina de Las Caletillas, una de los 18 comensales que ayer inauguraron la puesta en marcha, por quinto año consecutivo, del comedor que los alumnos del curso formativo de cocina y restaurante-bar del IES Punta Larga desarrolllan en las instalaciones del centro de la tercera edad Antón Guanche, en la piscina municipal de Candelaria.

Una comida sana y equilibrada a media sal, elaborada por 25 alumnos de cocina y servida por 8 estudiantes de hostelería que realizan las prácticas sirviendo a clientes reales, básicamente jubilados y pensionistas de Candelaria, aunque el servicio está abierto a todos los que tengan esa condición, sin tener que ser residentes en el municipio. Para ellos el menú, con aperitivo, dos platos y postre, cuesta solo cuatro euros, sin contar la bebida, mientras que para el público en general, que puede disfrutarlo en el comedor o se lo pueden llevar a su domicilio, el precio sube hasta los seis euros.

Marilí Pérez, Tere Bernal y Judith González, en la cocina del centro. | F.P.

Marilí Pérez, Tere Bernal y Judith González, en la cocina del centro. | F.P.

Ayer, Isabel Delgado y otros 17 comensales más pudieron disfrutar de una tostada con solomillo de cerdo, de aperitivo, una crema de verduras de primero y una pechuga de pollo rellena de jamón en salsa de naranja con papas fritas, de segundo, y de postre, leche asada. La propia concejala de Educación de Candelaria, María del Carmen Pérez, también aprovechó la ocasión para reservar dos menús para llevar.

Este proyecto, promovido por el Ayuntamiento de Candelaria en el año 2008 con la colaboración de la Consejería de Educación, ha servido para impulsar una gran labor docente en el IES Punta Larga y a la vez servir de gran ayuda a los jubilados y pensionistas de Candelaria que desde octubre a mayo disponen de lunes a viernes de la posibilidad de disfrutar de un almuerzo variado -nunca se repite un menú durante un mes- por un precio muy asequible, eso sí, reservando los tiques de manera semanal para realizar con ello una buena logística de compra de alimentos, entre otras razones porque los miércoles y jueves también se sirven menús a la carta por un precio de 10 euros, con hasta 17 platos diferentes.

El curso de cocina y restaurante-bar dura dos años y en él ahora mismo “hay inscritos alumnos que van desde los 17 hasta los 45 años”, relata Judith González, profesora de cocina del centro.
Una iniciativa pionera que ayer volvió a ponerse en práctica y que agradecen los jubilados y pensionistas de Candelaria porque “no solo se come bien, sino que también se hacen amistades”, comenta Isabel Delgado mientras espera a alguna amiga para compartir mesa y mantel. “Ya tenía muchas ganas de que abriera de nuevo”, sentenció.


“El 70% logra un trabajo tras el curso formativo”
“El 70% de los que terminan los dos años de curso formativo encuentran trabajo en los propios hoteles o restaurantes donde hacen las prácticas”, afirma Tere Bernal, una de las profesoras del curso que imparte el IES Punta Larga. Una salida excelente para los jóvenes y no tan jóvenes al difícil campo laboral, que incluso les sirve, a aquellos que abandonaron la ESO, para poder terminarla.

Un proyecto subvencionado por la Consejería de Educación que se autoalimenta también con la campaña de los menús que se inició ayer y que se desarrollará hasta mayo de lunes a viernes de 12.30 a 14.30 horas.

María del Carmen Pérez, concejala de Educación, recuerda que “la propuesta de servir estos menús a los mayores partió del Ayuntamiento y ha servido para impulsar el ciclo formativo en el IES Punta Larga y para favorecer la integración de mayores que están solos”.