El nuevo presidente de la Audiencia critica a empresarios, bancos y Gobierno en su toma de posesión

Joaquin Astor Landete en su toma de posesión. | FRAN PALLERO

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

El nuevo presidente de la Audiencia provincial de Santa Cruz de Tenerife, Joaquín Astor Landete, pronunció ayer con motivo de su toma de posesión un encendido discurso plagado de críticas relacionadas con la crisis en general y con la situación de la Justicia en particular, si bien remató la alocución manifestando su esperanza en el futuro con un viejo lema: “La Justicia tiene solución”.

Las palabras de Astor tuvieron lugar en el acto institucional celebrado ayer en las dependencias de la plaza de San Francisco y que sirvió también para dar comienzo al Año Judicial en la provincia, una coincidencia provocada por el nuevo presidente (elegido el pasado mes de julio) en aras del ahorro.

Tras un largo preámbulo de agradecimientos, Astor Landete pasó al meollo de su discurso recordando “la crisis que vive el país, fundamentalmente ocasionada por los capitales especulativos y la llamada burbuja inmobiliaria, que se superpone a la crisis endémica de la Justicia”.

Sobre la cuestión general, dijo el magistrado que las entidades financieras rescatadas “tienen la obligación, cuanto menos moral, de devolver el dinero que ahora hace falta para salir de la crisis”.

De los empresarios no dudó en criticar que en el pasado se dedicaron a “construir, construir, construir y destruir la costa”, para invitarles “a construir, sí, pero un futuro para todos y a diversificar para que no haya más burbujas”. Tuvieron especial dedicatoria por parte del nuevo presidente los hoteleros, a los que animó a “no aprovecharse de una legislación laboral ventajosa y recordar el gran número de desempleados existente en las Islas”.

Pero se reservaba Astor (quien por contra alabó tanto a los profesionales de la Justicia como a las fuerzas de seguridad) para el poder ejecutivo, “que se equivoca y traiciona los postulados del Estado de Derecho cuando pretende controlar la Justicia”.

Después de abogar por la independencia judicial y por un consejo “tan plural como la sociedad y que no dependa de ningún partido”, el magistrado enfiló su batería de críticas contra la ley de tasas, “un ejemplo de legislación sin consenso y de espaldas a la ciudadanía”, y que a su juicio ha provocado ya “que haya gente que no ha podido recurrir a la Justicia porque no puede pagar”.

Sobre el funcionamiento de esta administración, Astor denunció que carecen “de jueces y de medios humanos y materiales para hacer frente a la gran demanda de Justicia”, para recordar que el Gobierno ha suprimido 1.500 jueces.

Pero aun así, terminó en positivo, recomendando “fórmulas eficaces” para agilizar y mejorar la administración de Justicia, destacando entre las mismas a la conformidad penal y a la conciliación social”, para recordar al final que “el juez debe ser la última instancia y que, sí, “la Justicia tiene solución”.